11 agricultores consiguen empleo tras realizar un curso en Motril
- El proyecto ‘Sembrando oportunidades’, realizado por Cáritas Diocesana de Granada en Motril, ha ofrecido en 2019 a 18 personas desempleadas de larga duración, con cargas familiares y bajos recursos económicos, formación en agricultura ecológica
Este proyecto nació en Motril en 2014, y la iniciativa promueve, además, la sensibilización social y la participación del entramado empresarial en la inserción de personas que presentan grandes dificultades de empleabilidad.
El 60 por ciento del alumnado ha encontrado un empleo, tal y como ha señalado la directora de Cáritas Diocesana de Granada, Luisa María Maeso, ante lo que ha comentado que en la asociación son conscientes de «la necesidad de construir redes que contribuyan al desarrollo de las personas y de la sociedad. Cada una de las empresas juega un papel fundamental en la construcción de una sociedad más inclusiva, justa y solidaria».
Con este proyecto, Cáritas ha apostado «por un nicho de empleo en un sector que se está abriendo paso», de tal forma que ofrece programas formativos que constituyan para las personas una oportunidad para aprender un oficio y conseguir un trabajo decente.
«Actualmente, la agricultura ha evolucionado en respuesta a las demandas de un mercado cada vez más exigente en metodologías de cultivo respetuosas con el medio ambiente. Atendiendo a esta realidad, la formación específica en producción agrícola es un valor añadido en los candidatos del sector», ha valorado.
El proyecto, según ha informado Cáritas, cuenta con dos personas contratadas con dedicación exclusiva para el proyecto, y la colaboración desinteresada de más de una decena de empresas, entidades y organismos públicos, entre las que destaca el Ayuntamiento de Motril y el Fondo Social Europeo, dentro del Programa Operativo Poises 2019, que aporta el 80 por ciento de los 42.600 euros invertidos en este último año.
El resto procede de fondos de Cáritas y en buena parte está destinado a la prestación económica de los estudiantes y la cobertura de gastos de desplazamiento.
Las personas que se forman lo hacen en unos terrenos de cultivo cedidos por el Ayuntamiento de Motril en el la zona del Puntalón, dentro de la finca experimental de la Nacla-Puntalón; en el vivero municipal, en parque de las Américas y el huerto del convento de las Hermanas Agustinas Nazarenas.
La Parroquia Divina Pastora de Motril ha facilitado el aula donde impartir los contenidos teóricos que, junto al módulo de prácticas, completan un total de 960 horas formativas.
Por otra parte, la empresa ‘Comercializadora cultivos de Levante S.L.’ es la encargada de brindar al alumnado la posibilidad de mejorar sus competencias y habilidades mediante prácticas no laborales en sus instalaciones.
«La participación empresarial supone un pilar esencial de este proyecto, en el que las empresas del sector se vuelcan con donaciones en especie o servicios profesionales, forman a los aprendices en un entorno real de trabajo y tras las prácticas incorporan a muchos de ellos a sus plantillas», ha valorado Maeso.
Los productos hortícolas cosechados en las distintas campañas de recogida son destinados al autoconsumo propio de los participantes, y también se ofrecen en donación al comedor social de la localidad motrileña.
Cáritas ha invitado a las empresas del sector a colaborar con el proyecto, para así mejorar las condiciones de vida de las personas más desfavorecidas y promover un modelo económico «más justo y respetuoso con el medio ambiente».
Una de las alumnas del curso, María José Carrascosa, ha asegurado que el programa ha supuesto una experiencia muy enriquecedora tanto en lo laboral como en lo personal. «Hemos aprendido un montón de cosas», ha explicado, «he trabajado toda la vida en el campo, pero había un montón de cosas que yo no sabía».
«Además, ha que destacar la oportunidad que nos da Cáritas para formarnos, aprender a trabajar en equipo y conocer gente. Los que estamos aquí nos llevamos una amistad para toda la vida», ha concluido.