Tres semanas de retraso para el pleno de organización

• Aunque se anunció que sería el lunes o martes de la semana pasada, finalmente tendrá lugar en torno al día 22

Cuatro años dan para mucho, tanto que en 2023 quizás nos refiramos a esta legislatura como el gobierno del 2+2, el de la explosión de la economía digital o el de la segunda moción de censura consecutiva. Sin embargo, si algo se recuerda ahora mismo de este mandato es -dejando a un lado que quien gobierna tiene solo cuatro concejales- el retraso como práctica habitual de trabajo.

Se tardó en negociar las condiciones del pacto incluso después de que se eligiese a Luis Salvador como alcalde, se tardó en formar un equipo de gobierno y se tardó en presentar un programa de medidas para que el Ayuntamiento comience a funcionar. No son pocos los retrasos acumulados, pero falta añadir otro a la lista.

A los granadinos se les prometió que le pleno de organización tendría lugar el 1 o 2 de julio. Pasaron los días y la cita no llegó. «Será esta semana si se puede y, si no, la que viene», llegó a decir César Díaz al presentar los ochenta puntos conjuntos que tendrá la ciudad como hoja de ruta. Tampoco fue cierto, y tampoco se ha producido esta semana ni se espera que tenga lugar la que viene.

Habrá que esperar, en principio, hasta el día 22 de julio para que tenga lugar finalmente ese ansiado pleno de organización en el que podría haber sorpresas -o certezas, según el prisma con el que se mire-. Esa es la fecha que se maneja actualmente en el equipo de gobierno, si bien se evita hacerlas públicas para no correr el riesgo de un nuevo aplazamiento para una cita que ya se espera desde hace bastante tiempo.

¿Para qué sirve el pleno de organización?

Una vez se constituye el equipo de gobierno, todos los consistorios deben pasar por un pleno de organización. En él, se establece la estructura esencial del Ayuntamiento, determinando los cargos directivos, sus sueldos, la composición de los diferentes organismos o el régimen de las sesiones.

En el caso concreto de Granada, PP y Ciudadanos deberán presentar su propuesta, que incluirá el paso a la estructura bicéfala con su correspondiente cambio en el ROM. El resto de grupos, por su parte, deberán valorar y votar si están a favor o no de las retribuciones del equipo de gobierno -con especial hincapié en las siete tenencias de alcaldía- y de este cambio que haría vicealcalde a Sebastián Pérez.

En caso de rechazarse la propuesta de la coalición de derechas, poco cambiará a efectos prácticos. Los dirigentes continuarían con el esquema y las condiciones que utilizó el PSOE desde 2016, cuando Paco Cuenca tomó el cargo tras una moción de censura a José Torres Hurtado. Si bien no se confirmaría el paso a la vicealcaldía, Pérez sería el primer teniente de alcalde, por lo que en cierto modo continuaría como segundo al mando.