Patrimonio valora favorablemente el procedimiento para la investigación y restauración del sarcófago romano
- Debido a la laboriosidad de la tarea de excavación, el estudio del sarcófago continuará con la búsqueda de nuevos restos óseos, así como posibles elementos textiles
La Comisión de Patrimonio Histórico ha aprobado este miércoles continuar con la apertura del sarcófago romano de los siglos II y IV encontrado en la excavación arqueológica que se lleva a cabo en la plaza de Villamena, en el centro de la ciudad de Granada.
El estudio del sarcófago comenzó, tras su traslado al Museo Arqueológico de Granada, con la retirada de la tapa, de la que se tomaron muestras con el fin de analizar estos fragmentos para conocer su procedencia y el proceso de fabricación. Además, en el interior se localizaron restos de las grapas de hierro que sujetaban la cubierta y un cráneo que ya ha sido extraído.
Debido a la laboriosidad de la tarea de excavación, el estudio del sarcófago continuará con la búsqueda de nuevos restos óseos, así como posibles elementos textiles y piezas de ajuar que puedan proporcionar más información.
La Comisión de Patrimonio, que preside el delegado provincial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Antonio Granados, ha aprobado que el equipo de restauración del Museo Arqueológico, dependiente de la Consejería de Cultura, proceda a la apertura de una de las piezas laterales del sarcófago.
La pieza sufre un pinzamiento muy acusado en su zona central –hasta el punto de tocarse los extremos de la coronación de las paredes laterales– y cualquier intervención podría ser «agresiva».
INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA
Esta actuación es necesaria para poder continuar con la intervención arqueológica, dirigida por el equipo que hasta ahora ha estado investigando, cuyo director es Ángel Rodríguez Aguilera, y que será supervisada por el arqueólogo de la Delegación Territorial.
Si los restos óseos se hallan en buen estado de conservación se podrá obtener el perfil biológico de la persona inhumada, de la que se podría conocer el sexo, la edad, la talla y el grupo humano.
También se analizarán las variaciones esqueléticas que pueden proporcionar información sobre hábitos, desarrollo músculo-esquelético y condiciones de salud y enfermedad.
Con posterioridad, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico coordinará las actuaciones y el procedimiento para la restauración de la pieza, para que finalmente se ponga en valor para la ciudadanía por el Museo Arqueológico.
Se creará una comisión de expertos que fijará los criterios para la restauración, en virtud de los cuales se convocará un concurso para la adjudicación de la restauración. La Consejería se hará cargo del presupuesto necesario para la restauración del sarcófago.