Luis Salvador y el soterramiento del AVE: de un proyecto «incuestionable» a buscar alternativas
- El nuevo alcalde de la ciudad rompió el consenso sobre un soterramiento que siempre pidió estando en la oposición
Dicen que siempre es más fácil ver los toros desde la barrera. Quizás ocurra lo mismo con los trenes en la provincia, o al menos con las decisiones a tomar sobre ellos. Algo así debe haberle pasado al nuevo alcalde de Granada, Luis Salvador, en lo referente al soterramiento del AVE a su llegada a la capital, porque de lo contrario resulta difícil entender qué le ha motivado a cambiar tanto de opinión con respecto a algo que siempre afirmó defender.
Bien podría ser esta la cronología de la caída en desgracia de una idea que se quiso abanderar desde Ciudadanos, esgrimida siempre por Luis Salvador. En junio de 2015 ya se trataba el tema. Fue entonces cuando el ahora alcalde de la ciudad y en ese momento portavoz municipal se dirigió al soterramiento como un proyecto «absolutamente incuestionable» mientras se pedía garantías y concreción a Fomento.
En febrero del año siguiente, 2016, se repetía la historia. Ana Pastor, ministra de Fomento en aquel entonces, visitaba el día 3 de ese mes la ciudad, algo que llevó a Salvador a poner el grito en el cielo. “Nos parece una tomadura de pelo que la ministra Ana Pastor venga a Granada para no dar plazos sobre la llegada del AVE ni el compromiso del Gobierno de España por su soterramiento”, llegó a asegurar, pidiendo un compromiso por escrito de que se iba a realizar este proyecto. Incluso llegó a garantizar que su formación presionaría al Gobierno «para pedir un compromiso por escrito sobre el plazo concreto para la llegada del AVE, la garantía de su soterramiento por la Chana». Cinco días pasaron hasta que volvió a tocar el tema el líder de Ciudadanos. “Granada necesita ya el compromiso por escrito del Gobierno sobre la llegada del AVE, su soterramiento por la Chana y la estación”, clamó esta vez.
En el mismo año, aunque a principios del mes de noviembre, la formación naranja llegó incluso a pedir el compromiso de todas las instituciones para garantizar el soterramiento del AVE «con una única voz», así como «definir los porcentajes de participación que corresponden a cada institución y acometer las obras». «Los ciudadanos quieren el soterramiento y todos los partidos también lo queremos, así que vamos a buscar el compromiso firme también de las instituciones y definir con ellas un proyecto con el modelo más adecuado y los plazos necesarios”, apuntó el entonces diputado del partido naranja. Hasta cuatro ruedas de prensa se dieron con la misma temática, todas ellas encabezadas por un Luis Salvador que ahora parece aparcar la idea o, como mínimo, estar menos seguro de ella.
No todo se remonta a 2016. En 2018, una fecha bastante más cercana a la actual, Luis Salvador en calidad de portavoz de Ciudadanos recordó la existencia de un acuerdo firmado por todos los partidos impulsado por su formación que marcaba cuáles debían ser los pasos necesarios para acometer la reconexión ferroviaria, y que debían pasar por la puesta en marcha prioritaria del AVE y la elaboración en paralelo de un proyecto viable para la construcción de la variante de Loja y para el soterramiento de la infraestructura. En otras palabras, apostar primero por la llegada de la Alta Velocidad y, después, por el soterramiento y la variante de Loja.
En esa situación precisamente se encuentra ahora Luis Salvador. Su ciudad tiene ya el AVE y, según lo señalado por él durante tantos años, debería buscar ahora el soterramiento por la Chana. Sin embargo, las cosas no están siendo así. Ya desde el sillón de alcalde, el líder de Ciudadanos en Granada prefiere estudiar «otras alternativas» y achaca esta idea al coste que tendría para el Ayuntamiento, que sitúa en torno a los setenta millones de euros, una cifra cuya procedencia se cuestionan desde Marea Amarilla, que piden la convocatoria de la Mesa del Ferrocarril. Quizás porque los toros desde el ruedo cambian, el plan que siempre han pedido ahora no les parece tan apropiado. O quizás sea por designios que llegan desde otros puntos de España a un alcalde con cuatro concejales que habla con las eses. En cualquier caso, Salvador se ha emplazado a la semana que viene para estudiar el resto de posibilidades.