Luis Salvador, TG7, Vox y la promesa de cerrar las televisiones públicas
- Santiago Abascal llegó a asegurar en plena campaña que Vox cerraría todas las televisiones públicas en caso de llegar al poder
«No queremos que sea una televisión de equipo de gobierno». Con esas palabras justificaba Luis Salvador en una entrevista a TG7 el ofrecimiento a Vox de la presidencia de la comisión de control de la televisión municipal. Una frase que concuerda con la intención del alcalde de compensar a la formación de Onofre Miralles con cargos de peso por haberles dejado fuera del gobierno local a pesar de haber contado con su apoyo para el pacto que terminó con la alcaldía para el líder de Ciudadanos.
El actual regidor asumió expresamente las competencias correspondientes a la televisión municipal, algo que no había ocurrido nunca en la historia del Ayuntamiento de Granada. Ahora, la comisión de control y seguimiento podría estar presidida por Onofre Miralles tras el ofrecimiento de Salvador, que ni se molestó en maquillar la realidad a la hora de hablar de este movimiento como un «reconocimiento» al apoyo ofrecido durante la investidura. «Hemos quedado pendiente de que lo estudien, lo vean y nos contesten, pero ahí está el ofrecimiento», comentó ayer.
Ahora, Vox deberá decidir si acepta esta mano tendida por parte del alcalde. Concretamente, Onofre Miralles será el encargado de dar una respuesta que, de ser afirmativa, chocaría con las palabras de Santiago Abascal durante la campaña electoral. Víctor González Coello, vicepresidente de Vox, habló el pasado mes de abril de la intención del partido de cerrar La Sexta si llegaban al poder, algo que Abascal matizó más adelante asegurando que «solo cerraremos las televisiones públicas».
El líder de Vox a nivel nacional expresó su intención de, como mínimo, terminar con las subvenciones a estas cadenas para que demuestren si son rentables por sí solas. En caso negativo, la intención de la directiva del partido de ultraderecha pasaría por el cierre de las televisiones públicas o su privatización. De este modo, Vox Granada deberá elegir entre seguir las directrices del partido o recibir una compensación tras quedar fuera del gobierno local.