El Ayuntamiento se hipoteca para sacar pecho
- El equipo de gobierno local presume de su nuevo y reducido periodo medio de pago a proveedores, mientras que aumenta a 44 millones de euros la amortización de préstamos en 2022 y 2023
El Ayuntamiento de Granada cuenta ahora con un reducido periodo medio de pago a proveedores que enorgullece al gobierno local. Gracias a una reordenación de la deuda, el consistorio ha bajado el retraso en liquidar sus deudas hasta los 200,23 días, la menor cifra en los últimos ocho meses.
Tal es el orgullo del grupo conformado por Ciudadanos y Partido Popular que el concejal de Economía, Luis González, llegó incluso a asegurar que ahora el Ayuntamiento de Granada recupera una senda económica «normal y adecuada». Sigue resultando curioso que tardar más de doscientos días en emitir un pago que puede ser vital para las pequeñas empresas resulte normal y adecuado para quienes dirigen la ciudad, si bien tampoco sorprende al ver que se dan golpes de pecho mientras piensan más en los posibles inversores que en aquellas personas que esperan percibir finalmente la deuda que se contrajo con ellas. «En la medida que seamos capaces de generar confianza a los intermediarios financieros y en los acreedores, seremos capaces de atraer inversores que permitan poner en marcha grandes proyectos», aseguró el edil, olvidando a los principales perjudicados por la situación.
Sin embargo, ¿cuál ha sido la fórmula para obrar el milagro que enorgullece tanto al equipo de gobierno? Se trata de una reordenación de la deuda, agrupando y renegociando préstamos contraídos por el consistorio. Sin embargo, todo tiene su contraparte. La fórmula mágica no existe, y menos aún en términos económicos, algo que se encargó de señalar la confluencia de izquierdas Podemos-IU.
Desde la confluencia aseguran que la medida, de obligado cumplimiento por parte del Ministerio de Hacienda, es «pan para hoy y hambre para mañana». Les dan la razón los datos aportados por las formaciones, que indican que lo que se ha hecho es reagrupar los préstamos y posponer el pago de amortización en los próximos dos años, a través de las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO). De este modo, se exime al Ayuntamiento de amortizar deuda por valor de 9 millones de euros durante 2020 y 2021 para aumentar a 44 millones de euros la amortización en los años 2022 y 2023.
Por lo tanto, el periodo medio de pago a proveedores del que tanto presume el equipo de gobierno no es más que una cortina de humo que les permite darse golpes en el pecho hoy sin pensar en que mañana las arcas del Ayuntamiento volverán a sufrir una situación crítica. No es una suposición al azar, pues la reagrupación de los préstamos genera 1,2 millones de euros más en concepto de intereses que irán a parar directamente a los bancos, un dinero que obviamente saldrá de los bolsillos de los granadinos.
