Contextualizando el debate del tren
Resulta muy conveniente, ahora que vuelve con más fuerza el debate de las conexiones ferroviarias de Granada, y tanto las Administraciones como la ciudadanía parecen emitir señales positivas para dejar atrás el aislamiento y la falta de conexiones de nuestra provincia, hacer un pequeño ejercicio de contextualizar adecuadamente el estado de la cuestión y de repartir también adecuadamente las oportunas responsabilidades administrativas y políticas, para afrontar con el máximo rigor posible el futuro debate. No sin antes reconocer el importante trabajo de los movimientos ciudadanos implicados, que han mantenido vivo el debate público y han procurado mantener el interés ciudadano sobre esta realidad, facilitando bastante el propio trabajo recopilatorio de información que sustenta estas modestas reflexiones.
En el año 2004 se planificó lo que vino en llamarse Eje Ferroviario Trasversal Andaluz (EFTA). Una doble vía electrificada de ancho estándar dividida en dos tramos. Sevilla-Antequera de la que se encargaría la Junta de Andalucía y Antequera-Granada de la que se encargaría el Ministerio de Fomento. A partir de este eje principal se establecerían ulteriores conexiones a Almería y Huelva. En el año 2011, ante la grave situación económica y financiera general, la Junta se ve obligada a detener la ejecución de «su» tramo y no acometer la nueva plataforma Marchena-Sevilla, optando por hacer llegar el tren a Sevilla a través de Utrera, una operación menos costosa pero que precisaba el cambio de ancho en Marchena. La persistencia de la grave situación económico-financiera general, hace que en 2014 la Junta suspenda toda su actuación, pese a la importante inversión realizada (casi 300 millones de euros) en la plataforma Marchena-Antequera.
La administración autonómica ejecutó las obras de la plataforma para poner la doble vía antes de dicha renuncia, y pese a los intentos para que se instalara la vía, aunque fuera sólo de ancho ibérico para permitir mejorar los tiempos de los trenes convencionales, tan sólo se ha instalado esta vía entre Osuna- Aguadulce- Pedrera, en Sevilla, como solución a la caída de un puente tras las riadas de otoño de 2018, pero aquella solución urgente sigue paralizada por problemas burocráticos.
Aquí conviene hacer un importantísimo inciso, y es que esta «renuncia», por las dificultades de financiación y ejecución, viene acompañada del aseguramiento de la financiación de los Metros de Granada, Sevilla y Málaga, a través del Banco Europeo de Inversiones, infraestructuras que a la vista de su actual y exitosa utilización, rentabilidad social, sostenibilidad y aceptación ciudadana, nadie dudará que políticamente fueron y son prioritarias, también a la vista de la utilización que las antiguas líneas andaluzas de tren mostraban. Dicho sea en aras a ese adecuado «reparto de responsabilidades» al que me refería.
Por su parte, el tramo «estatal», Antequera-Granada combina la construcción de nueva plataforma con adaptación de la plataforma convencional existente con un tercer carril. En el mismo año 2014, ante la evidencia de que la línea Antequera-Marchena-Sevilla no se va a hacer, se incluye en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2015 una partida de 400.000 euros para realizar un «by pass» en la localidad cordobesa de Almodóvar del Río, un ramal que en las proximidades de la población cordobesa, uniese las líneas de AV Córdoba-Málaga, y en un futuro Granada, con la Madrid-Sevilla, y así evitar el paso y la parada en la estación de Córdoba. Pese a las (lógicas) protestas de la ciudad cordobesa por la posible pérdida de frecuencias, en 2018 se decidió seguir adelante con el proyecto a través de un ramal corto de apenas 2 kilómetros, cuya supervisión de obras ya está adjudicada, y se espera esté finalizada en 20 meses.
Ante la reciente y positiva puesta en marcha de los trenes Avant de alta velocidad entre Granada y Sevilla, ha surgido, lógicamente, el debate de los tiempos de viaje y de la existencia de una infraestructura «remendada», pues de haberse ejecutado todos los planes mencionados, la conexión sería mucho más rápida y competitiva con respecto a otros medios de transporte. En concreto, el viaje se reduciría a una hora y cuarto, en lugar de las 2 horas y 25 minutos que tarda el actual Avant, pues la vuelta que dan ahora los trenes por Córdoba se nota. El citado «by pass» de Almodóvar reduciría el trayecto en 20 minutos, por lo que los Avant Granada-Sevilla pasarían a tardar 2 horas y 5 minutos.
Prácticamente acto seguido a la renuncia de la Junta a ejecutar el EFTA, y la negativa del Estado a continuar con el proyecto, se empezó a estudiar cómo acortar el tiempo de viaje de alta velocidad entre Sevilla y Málaga, que ya llevaban seis años conectadas con servicios Avant, pero con una maniobra necesaria en Córdoba (invertir la marcha del tren en su estación), algo que también harán ahora las circulaciones desde Granada.
Paralelamente a todo lo anterior, está el debate del AVE Granada-Madrid, del que sólo mencionaré, por su relación con la globalidad del asunto, el cuello de botella que en la provincia de Granada supone la renuncia del Gobierno del Estado en 2014 a realizar la Variante de Loja, optando por una adaptación de la línea convencional antigua. Ese cuello de botella evita, hoy, viajar a Madrid en menos de 2 horas, e igualmente sucede con el viaje a Sevilla. Con su realización, se ganarían los 20 minutos que se pierden con el actual trazado entre Riofrio y Loja, donde los trenes de Alta Velocidad circulan a poco más de 30 kilómetros por hora.
Con lo cual, el tiempo de viaje a Sevilla, sin el EFTA y con el bypass de Almodóvar y la variante lojeña hechos, reduciría el trayecto en 40 minutos y permitiría que el traslado hasta Antequera-Santa Justa se acercara a la hora y cuarto en el mejor de los casos. En la actualidad, no hay proyecto para la variante de Loja, estando sólo en marcha la construcción del viaducto de Riofrío, del que se acaba de adjudicar el contrato de control de obras. Del resto no se sabe nada. Y así está la situación a día de hoy.
Y aquí viene la conclusión y la propuesta que finaliza este breve ejercicio de contextualización. Reúnanse hasta el agotamiento las dos Administraciones implicadas; acuerden los convenios y contratos pertinentes con Adif, con Renfe y con quien haga falta para reabrir el tramo Osuna-Pedrera y para recuperar los mejores trayectos entre Granada y Sevilla y Málaga; cumpla la Administración autonómica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 15/12/2017 que señala que “en caso de que alguna comunidad autónoma tuviera interés en la prestación de un servicio ferroviario de viajeros sobre alguna de las relaciones que no han sido declaradas de Obligación de Servicio Público por el Estado, dicha comunidad podrá formalizar el correspondiente contrato con Renfe, asumiendo la financiación del déficit de explotación de dicho servicio”.
Igualmente, contrate, en su caso, la Junta de Andalucía los servicios adicionales si considera insuficientes los prestados por el Estado, como ya hacen comunidades autónomas como Aragón y Extremadura, que financian servicios OSP no incluidos por el Gobierno, y del mismo modo, firme el convenio con Adif que tiene sobre la mesa desde octubre y ponga fin al perjuicio que la suspensión del servicio ferroviario en Aguadulce causa a la ciudadanía, inutilizado desde las riadas de otoño de 2018, y para el que Adif instaló una vía alternativa usando la plataforma del EFTA, de la que es titular la Junta.
Y sobre todo, acudan con el mejor espíritu constructivo, la próxima semana a la reunión entre la Junta de Andalucía y el Ministerio de Fomento, y a todas las que hubieran de celebrarse. Granada y su provincia han recibido dos buenas noticias (agoreros al margen) últimamente, en Abril llegó el AVE y recientísimamente llegaron los Avant. Es el momento de seguir mejorando nuestras conexiones ferroviarias, desde la unión al Corredor Mediterráneo, hasta la recuperación de las líneas convencionales del interior, Guadix-Baza-Lorca y unas buenas cercanías. El tren es rentable, política y socialmente y esta provincia merece esa mejora. A partir de ya¡.