Semana Santa en tiempos del COVID´19
Viernes Santo del 2020 pasará a la historia por habernos traído una Semana Santa anormal en todo el mundo . La pandemia ha traído el repliegue de los cultos cristianos, que no su fe, en la semana de la muerte y resurrección de Jesucristo. Una semana que moviliza a millones de creyentes en todo el mundo.
Según hemos conocido por los medios de comunicación , El Papa Francisco celebra múltiples eventos virtuales durante la Semana Santa y en televisión en lugar de dirigirse a las multitudes reunidas en la Plaza de San Pedro. Los sacerdotes de toda Italia están utilizando los grupos de WhatsApp y otras redes sociales para mantenerse en contacto con sus feligreses. Algunos envían oraciones digitales entre ellos y fotos de la Virgen María. En la iglesia de St James, cerca de Piccadilly Circus en Londres, la rectora Lucy Winkett transmitió en vivo un servicio “en solitario” a las 6 de la mañana el domingo de Pascua desde el jardín de la iglesia, con la ayuda de un «cable Ethernet extraordinariamente largo» y su computadora portátil.
Pero los nuevos métodos pueden traer desafíos: La decisión de mantener a los fieles alejados de las iglesias de Italia no ha sido aceptada por todos. Matteo Salvini, líder del partido de la Liga contra la migración, pidió la semana pasada que se reabrieran iglesias en todo el país para la Pascua, lo que provocó la ira de algunos sacerdotes y políticos.
«Apoyo las solicitudes de aquellos que dicen que deberían poder entrar a las iglesias en Semana Santa, aunque de manera organizada y manteniendo distancias seguras, para la misa de Pascua. Tal vez unos pocos a la vez, cuatro o cinco personas», dijo Salvini. En ese sentido hemos conocido que Dino Pirri, un sacerdote italiano con un buen número de seguidores en las redes sociales, escribió en Twitter: “Querido Salvini, hoy las iglesias están cerradas porque los sacerdotes respetamos las leyes de nuestro país. Obedecemos a nuestros obispos, y no a ti ”. Los opositores políticos del líder de la Liga también lo acusaron rápidamente de oportunismo al pedir que se abrieran iglesias para la Pascua. El mismo Papa Francisco ha dicho que “respetar las medidas de confinamiento era importante y que seguía trabajando durante la crisis mediante el uso de la tecnología”.
El mismísimo Papa Francisco de hecho ha declarado en una entrevista: “Todos trabajan en su oficina o desde su habitación, utilizando tecnología. Todos están trabajando; No hay holgazanes aquí. . . Estoy viviendo esto como un momento de gran incertidumbre. Es tiempo de inventar, de creatividad ”.
En las pequeñas ciudades de Italia, los sacerdotes siguen el ejemplo del Papa al tratar de encontrar formas alternativas de celebrar la vida de Jesús. El padre Casella en Sicilia dice que ha bendecido y desinfectado ramitas de palma y las ha distribuido a los seis supermercados de la ciudad para que la gente pueda llevárselas y llevarlas a casa, así como usar las redes sociales para comunicarse regularmente con sus feligreses. Y así mucho ejemplos en todo el mundo.
Granada y el protagonismo de su Arzobispo
Pero Granada, que ya se ha distinguido con su Arzobispo en alguna ocasión por dar la nota, sobrepasó otra vez todos los límites.
Monseñor Martínez organizó una misa en pleno confinamiento “máximo” decretado por el gobierno y echó un pulso televisado desde la TV del Arzobispado a las autoridades de Estado que establecieron el decreto del Estado de Alarma (al igual que en Italia).
Pero él haciendo un acto de presunta desobediencia civil y desde luego alejándose de las directrices del Vaticano (otra vez más) sintonizó con la extrema derecha que defendía esta postura. La desobediencia civil está resurgiendo en la extrema derecha por toda Europa y ahora el Arzobispo de Granada ha entrado también irresponsablemente en esta categoría. Una desobediencia civil que entraña ahora un peligro para nuestra salud pública colectiva. Además cuan mártir perseguido ha ofrecido en directo su versión teatralizada de la educada y respetuosa acción de las autoridades para invitarle a finalizar dicho acto. Su misión estaba ya hecha. Saldría en todos los Telediarios para dar la imagen de que encabeza la resistencia civil que la extrema derecha predica en diversos frentes. ¿Quién va a estar en contra de una misa? ¿Quién va a estar en contra de que en Viernes Santo veinte fieles estén en la grandiosa Catedral de Granada? Y se pondrá en marcha la maquinaria propagandística respondiendo en las cadenas de whatsapp y en los memes lindezas de este tipo: “Sólo los herejes que están en contra de la Iglesia. Este gobierno Social-Comunista que ya no nos deja celebrar ni misas”.
Y es que la extrema derecha y el ala fundamentalista Católica a la que representa el Arzobispo de Granada, Monseñor Martínez, desprecian la ciencia, y mucho más los fundamentos científicos que, según ellos, sólo nos alejan de las leyes de Dios y nos traen el mal. Ahora, también, como muchos dirigentes de la ultraderecha que vemos a diario, dirán que el virus es una invención humana, y que las normas del Gobierno no sirven porque son unos incompetentes y, por supuesto, son los responsables de las muertes. Mención aparte merece la actitud del Alcalde de Granada pidiendo explicaciones al Gobierno por la interrupción de la misa. Pero eso merece otra columna. Ahora la pregunta es ¿ Cómo se combate este virus? Esta Semana Santa el el Papa Francisco también tiene una piedra en las “sandalias del pescador” con el sello de Monseñor Martínez.