Lesiones músculo esqueléticas o fatiga visual, principales riesgos laborales a considerar en el teletrabajo
- Empleo recoge en una guía las principales medidas de seguridad laboral para aquellos empleados que trabajan en casa desde que se decretó el estado de alarma
Lesiones músculo esqueléticas causadas por una mala postura o una deficiente distribución del espacio de trabajo en casa; fatiga visual y mental por no intercalar pausas en la jornada;. Estos y otros riesgos están recogidos en una guía didáctica que ha elaborado la Dirección General de Trabajo y Bienestar Laboral de la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, ante la extensión masiva del teletrabajo desde la declaración del estado de alarma.
El objetivo de esta publicación, disponible en la dirección: https://juntadeandalucia.es/organismos/empleoformacionytrabajoautonomo/areas/medidas-covid19/teletrabajo.html, es dar consejos básicos de prevención de riesgos laborales ante la obligada proliferación del trabajo en casa y el desconocimiento que muchos trabajadores pueden tener de las medidas básicas de seguridad laboral.
Antes de que se decretara el estado de alarma, se calcula que 125.953 empresas andaluzas proporcionaban a sus empleados dispositivos portátiles para el teletrabajo a través de la conexión a internet para uso empresarial, según datos de 2019 elaborados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, dependiente de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad. Hoy, el número de trabajadores que están `teletrabajando’ ha crecido exponencialmente, y se multiplican en la misma proporción los riesgos por el “trabajo en casa”.
Con carácter general, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece en su artículo 16 que el empresario deberá realizar una evaluación inicial de los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores, evaluación que debe actualizarse cuando cambian las condiciones de trabajo, como es el caso de los trabajadores que han tenido que modificar su asistencia diaria al centro de trabajo por realizar la jornada laboral en remoto. Sin embargo, el Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, aprobado por el Gobierno central, señala que, debido a esta situación excepcional, se entenderá cumplida la obligación de efectuar la evaluación de riesgos a través de una autoevaluación realizada voluntariamente por el propio trabajador.
La guía inicia sus orientaciones con consejos para habilitar un espacio apropiado para teletrabajar, con un nivel de iluminación suficiente y con una mesa y una silla adecuadas. En este sentido, entre otros aspectos, aconseja si es posible ubicarse en una estancia donde no se desarrollen tareas familiares o domésticas; que dispongan de enchufes en las proximidades para no tener que usar regletas y evitar el riesgo de sobrecargas eléctricas; o establecer cada cierto tiempo un plan con tareas pendientes, fijar plazos y objetivos y seguir un horario preestablecido para compatibilizarlo con tareas domésticas y familiares.
La guía considera fundamental cuidar la ergonomía del puesto de trabajo, ya que una distribución de los espacios incorrecta puede causar lesiones de tipo músculo esquelético. En concreto, si no se adopta una postura saludable pueden producirse molestias en la nuca, espalda y hombros, y con menor frecuencia en brazos, manos y piernas.
Así, entre las indicaciones que se recogen figura la de usar una mesa con la superficie necesaria para asegurar una cierta libertad de movimientos; que la altura de la superficie de trabajo esté aproximadamente al mismo nivel que los codos del usuario cuando está sentado, ya que la postura ideal es tenerlos en descanso y flexionados 90 grados; posibilitar que la distancia horizontal entre el teclado y el borde frontal del tablero supere los 10 centímetros para facilitar el apoyo de los antebrazos o de las muñecas; o que el borde superior de la pantalla del ordenador quede a la altura de la horizontal de los ojos o por debajo para asegurar una postura natural en el cuello.
La elección de la silla es un elemento importante señalado por la guía para prevenir la fatiga, señalándose como la más ideal una de oficina que cuente con asiento giratorio y regulable en altura para facilitar una buena postura. En caso de que no sea posible, se aconseja optar por una silla estable y sin salientes o rebordes, y que esté tapizada con un tejido que facilite la transpiración.
Otro riesgo importante es el de la fatiga visual, y la guía recomienda medidas como respetar una distancia mínima de 40 centímetros entre los ojos y la pantalla; que no haya fuentes de luz brillante en el campo visual del trabajador; colocar la pantalla del ordenador de forma perpendicular a las ventanas para evitar deslumbramientos y reflejos o que los caracteres que aparezcan en el monitor sean fácilmente distinguibles.
Las pausas periódicas, para prevenir la fatiga física, mental y visual (5 ó 10 minutos por cada hora de trabajo); mantener el contacto con los compañeros (vía telefónica o telemática) y emplear herramientas colaborativas que permitan el trabajo en equipo son otros consejos contenidos en esta guía.
Por último, la guía se cierra con algunos consejos para mantener hábitos saludables, como realizar ejercicio físico periódicamente y combatir así el sedentarismo que aumenta debido a la eliminación del desplazamiento al trabajo; o mantener una dieta equilibrada, ya que el teletrabajo posibilita un mayor acceso a comida y su ingesta a deshoras, pudiendo facilitar la aparición de sobrepeso, trastornos gastrointestinales o un mayor consumo de tabaco o café.