La Alpujarra, portada del número especial de la revista ‘Club+Renfe’
- La publicación dedica también un reportaje a la restauración y la gastronomía granadina, centrado en establecimientos de Plaza Nueva y su entorno
La empresa española de transporte por ferrocarril Renfe ha dedicado en abril la portada de su revista de a bordo ‘Club+Renfe’ a La Alpujarra. Se trata de un número especial de la publicación, editado en plena crisis del coronavirus, que incluye un amplio reportaje centrado en la bella comarca granadina y, en concreto, en sus artesanos, muchos de los cuales conservan tradiciones centenarias de herencia árabe. Los propios editores reconocen que tenían dudas de si publicar o no este número que se distribuye a los pasajeros en los trenes de la compañía, pero que han optado por hacerlo porque confían en que se superará la epidemia, la vida volverá y la gente viajará.
Desde el Patronato de Turismo, dependiente de la Diputación de Granada, el diputado provincial, Enrique Medina, se ha mostrado encantado y agradecido por la publicación de este reportaje, “que nos ayuda enormemente a promocionar La Alpujarra en un momento tan crítico como el que estamos viviendo”. Medina considera que “artículos como éste y el que este mismo mes ha publicado la revista ‘Viajes National Geographic’ sobre Guadix dan una magnífica imagen de nuestra provincia que nos permitirá atraer el turismo nacional que confiamos en reactivar en el segundo semestre del año, cuando se recupere la normalidad”. “Son sugerentes y generan el deseo de visitarnos”, concluye.
El artículo está firmado por Nacho Sánchez y las fotografías están tomadas por Óscar Romero, incluida la de la portada, que muestra una vista parcial del Barranco de Poqueira. A lo largo de ocho páginas, recuerda la historia de La Alpujarra, muy marcada por su pasado árabe, “tanto en su singular arquitectura como en la increíble red de 550 kilómetros de acequias que aún hoy siguen regando cultivos y dotando de agua a las localidades alpujarreñas, repletas de fuentes. También en una herencia artesanal que hoy mantienen viva la tradición del cuero, la cerámica, los azulejos o el tejido de jarapas. Labores que desarrollan con paciencia y sabiduría entre viejas aldeas de casas blancas y paisajes naturales considerados Reserva de la Biosfera”.
El artículo cuenta la experiencia de varios artesanos de la comarca, algunos locales y otros foráneos que decidieron quedarse a vivir en los precisos pueblos situados en las faldas de las imponentes montañas de Sierra Nevada, pero bañados por el sol andaluz y con vistas al Mediterráneo. Como el guitarrero alemán Andrés Marvi, cuyo trabajo se basa “en la infinita paciencia y la precisión absoluta”. Varios de los entrevistados coinciden en que su trabajo no es solo un negocio, sino también un estilo de vida. Y todos reconocen que en La Alpujarra hay calidad de vida, paisajes, naturaleza, y mejores precios que en la ciudad.
El autor destaca la singular arquitectura de los pueblos de la comarca granadina, conformados por casas blancas adaptadas a los fuertes desniveles del terreno, con tejados planos con graciosas chimeneas rematadas con sombrerillo y sus peculiares tinaos. El reportaje se centra en el Barranco de Poqueira, un terreno abrupto con tres de los pueblos más bonitos de España: Capileira, Bubión y Pampaneira, que cuelgan en un equilibrio inconcebible de las cumbres de Sierra Nevada. “Sus callejuelas están surcadas por acequias, blancas fachadas repletas de macetas y cuestas, muchas cuestas”. Y las aldeas que conforman el cercano municipio de La Taha, como Atalbéitar, con solo una veintena de habitantes. El periodista explica que se pueden visitar “gracias a una red de senderos y pistas forestales que unen todos los pueblos entre sí. Algunas de estas caminatas pasan por bosques de castaños”.
El número especial de la revista ‘Club+Renfe’ incluye también un artículo de cuatro páginas dedicado a la restauración y la gastronomía granadina, titulado ‘Plaza Nueva, bocados frente a la historia de Granada’. Está escrito también por Nacho Sánchez y las imágenes que lo ilustran son de Joseba Río. El texto parte de una premisa cierta, la cocina granadina es mucho más que tapas: “El centro de la ciudad andaluza, entre palacios y turistas, ofrece una amplia variedad de espacios donde los productos locales y los toques de fusión toman el protagonismo alejados de la omnipresente y popular tapa”.
La ruta gastronómica propone un recorrido por varios restaurantes y bares del centro de la ciudad, algunos cercanos a la emblemática Plaza Nueva, otros un poco más distantes. Entre otros, enumera clásicos especializados en pescados de Motril, como Cunini y Oliver, tabernas con encanto para degustar los vinos de la Denominación de Origen Granada como La Bodeguilla de Al Lado, y locales de moda con comida tradicional, de vanguardia y fusión, como El Mercader, Botánico Café y el Bar de Eric.
El artículo recuerda que, en condiciones de normalidad, “las callejuelas del centro de Granada son un hervidero en el que, precisamente, disfrutar de la vida. Aquí, las tiendas comparten espacio con monumentos como la catedral, obra cumbre del Renacimiento, o el Palacio de la Madraza, pero también hay hueco para un interesante abanico de restaurantes y bares”.