Desmontando triunfalismos
Llama la atención comprobar que en plena era de las tecnologías de la información, muchos siguen apegados a la miopía local.
Hoy día que todos tenemos en nuestro bolsillo, al alcance de la mano, toda la prensa y medios del mundo, una inmensa mayoría sigan desinformados sobre lo que de nosotros se opina más allá de nuestras fronteras.
El Villar del Río de Bienvenido Mister Marshall en el que Sánchez quiere convertir a nuestro país mendigando a la Unión Europea, la protovenezuela en la que nos ha sumido Iglesias, el prebelicismo comunista y bolchevique en el que Garzón trata de hacer de España un nuevo escenario de enfrentamiento civil, o el “jo tía” de la “megadrástica”, son contemplados con estupor en el foro informativo internacional. Desde Il Observatore Romano a Los Angeles Times, pasando por Le Monde Diplomatic y Frankfurter Algemeine Zeitung, hasta el Mercurio de Chile. Sin excepción todos estos diarios, y muchos más, visualizan sin atrofia el desprestigio por trilero de nuestro gobierno.
En el otro lado, el Partido Popular y Ciudadanos —que está tratando de reconstruirse del modo más lamentable que en política es posible—, que andan sumidos en el “tu más que yo y yo más que tú” de la responsabilidad sobre la gestión sanitaria de la crisis de la pandemia. Tanto que Isabel Díaz Ayuso —la ayusillo como la llama un amigo mío, buen sabedor de su valor en política—, ha pasado de hacer currículo escribiendo tweets para Pecas, la perrita de la presidente madrileña, a disputarse el innoble honor de haber dado la orden del siniestro arte de triar los mayores en las residencias, con el vicepresidente Iglesias, del que se confesaba “embelesada por sus opiniones políticas” según expresó en las redes hace solo unos pocos años tras una intervención en la televisión de Madrid. Y con este panorama todos venden un triunfalismo tan disparatado como repugnante, con el que ocultar el drama de las vidas y la economía que se ha llevado la crisis.
Y es que la falta de moralidad y de respeto por los temas relacionados con las víctimas de la pandemia, el cómputo de fallecidos, las investigaciones en curso y la gestión en general de la crisis, no pasan inadvertidos en el extranjero, ni soportan el más mínimo contraste de hemeroteca. La prensa internacional hace lo que aquí ya no se puede, algo tan simple como desmontar el triunfalismo que exhiben Sánchez e Iglesias, pero también sus rivales, en la gestión del Covid-19