Los camping comienzan a abrir con grandes medidas de seguridad
Los camping de la provincia de Granada están empezando a abrir sus puertas en estos primeros días de junio para un reinicio «controlado» de la actividad con la aplicación de los distintos protocolos previstos para evitar los contagios por coronavirus y con la mirada puesta en el movimiento entre provincias andaluzas para hacerse con los primeros clientes.
La veintena de camping que salpican la provincia de Granada, casi la mitad de ellos en la costa, tienen su temporada alta en los meses de julio y agosto con el turista nacional como protagonista, por lo que el sector tiene las expectativas puestas en que el movimiento entre comunidades sea posible a la mayor brevedad, de modo que puedan salvar la temporada.
La mayoría está empezando a abrir sus puertas estos días, como es el caso del Camping Playa de Poniente, que lo hizo el pasado miércoles 3 de junio. Ya pueden hacerlo con los aseos abiertos, donde se han reforzado al máximo los protocolos de desinfección, y, aunque con restricciones, también las zonas comunes.
Para garantizar el distanciamiento social se ha optado por intercalar las parcelas donde los clientes acampan y cuando se deja una, es desinfectada y se deja pasar un mínimo de 48 horas hasta que puede volver a ser usada. A ello se suman las limitaciones de aforo exigidas por ley, según ha detallad la presidenta de la Asociación Provincial de Campings, Carmen López.
Una vez que los distintos estudios apuntan a que el riesgo de contagio en el agua con cloro es bastante bajo, los camping con piscina de la provincia podrán abrirlas, pero deberán reforzar las medidas de higiene y seguridad especialmente en el exterior, con la limpieza continua de espacios y elementos comunes, y la garantía de que se cumple el distanciamiento social.
López explica que el sector está empezando así con el rodaje de los protocolos en una temporada «incierta» en la que no saben hasta cuándo se mantendrán las restricciones y cómo les afectarán. El turista nacional es el principal cliente en la temporada de verano, ya que el extranjero, especialmente del Norte de Europa, suele recalar en los camping granadinos en los meses de invierno, de modo que su facturación no está tan condicionada a la apertura de fronteras al turismo internacional como en otros sectores turísticos.