Un ciclista aficionado consigue el reto solidario ‘Everesting Challenge’ en el pico del Veleta
- El ciclista aficionado Alfonso Pérez Mínguez ha conseguido este fin de semana el reto solidario de terminar el primer ‘Everesting Challenge’ de Europa en bicicleta a más de 3.000 metros
El reto Everesting consiste en su subir en bicicleta tantas veces un puerto como la altitud del Everest desde el nivel del mar, 8.848 metros. En el caso pico Veleta, la carretera más alta de Europa, ha consistido en subir y bajar cuatro veces el Veleta desde Pinos Genil para completar 270 kilómetros y más de 8.848 metros de desnivel positivo.
Ha contado con un fin solidario, ya que lo recaudado va íntegramente destinado a la Asociación Antonio Vélez, cuyo fin es escolarizar a niños en Nepal que a raíz del terremoto de 2015 se han visto sometidos a «esclavitud infantil».
Antonio Vélez, ganador de diez ediciones de la Subida Cicloturista al Veleta, falleció escalando el Cervino, en los Alpes, en 2017 y sus familiares y amigos montaron la asociación para llevar a cabo su «sueño de ayudar a los niños de las zonas más remotas del Himalaya». Este reto representaba sus «valores de sacrificio, esfuerzo y solidaridad», han indicado.
Este pasado sábado, Alfonso Pérez inició su primera subida a las 02,30 horas terminando el reto a las 01,54 horas del domingo, acumulando en 268 kilómetros un total de 9.144 metros de desnivel. Al final de la prueba, se mostró agradecido al apoyo recibido por familiares, amigos, asociación, y ciclistas que le acompañaron en las distintas subidas y el apoyo logístico con el que contó en el reto.
«Hemos pedaleado juntos y todos han hecho que ni la altura ni el viento pudiera pararnos para el fin de poder ayudar a la asociación», comentó Pérez, quien, durante el reto, se tuvo que enfrentar a temperaturas por la noche de 7ºC con viento en contra de la cima del Veleta, hasta 37ºC en el inicio de la tercera subida en Pinos Genil, cinco pinchazos en la zona alta del Veleta con el asfalto más empedrado y «convivir con los vientos constantes en la parte alta» del pico.
En la tercera subida se vivió el momento más emotivo del reto, un acto homenaje a Antonio Vélez en que David Calabuig y Rakel González plantaron semillas de pinos silvestres en Hoya de la Mora representando «el espíritu de vida que transmitieron siempre a sus amigos y familiares».