El acusado de matar a un guardia civil en Huétor Vega seguirá en prisión provisional
- El juicio estaba previsto inicialmente para el pasado 1 de junio, pero se suspendió al alegar las partes que la sala donde iba a celebrarse no reunía las medidas de seguridad necesarias frente al coronavirus
La Audiencia de Granada ha acordado prorrogar la prisión provisional del hombre acusado de matar en 2018 de un tiro en acto de servicio al guardia civil José Manuel Arcos Sánchez a fin de asegurar su presencia en el juicio, que se celebrará del 23 al 27 de noviembre por la fórmula del jurado popular.
La Sección Segunda de la Audiencia ha tomado esta decisión tras la vista que se celebró este pasado lunes para resolver si el procesado, que lleva cerca de dos años en la cárcel por estos hechos, debía continuar en prisión o por el contrario concederle la libertad provisional mediante el pago de una fianza hasta la celebración del juicio, como pedía su defensa.
En un auto, el tribunal mantiene que «la inminencia del nuevo señalamiento de la vista» y «el riesgo de que el acusado deje de comparecer al juicio ante la magnitud del castigo al que se enfrenta», determinan la necesidad de que se prorrogue la prisión provisional.
El juicio estaba previsto inicialmente para el pasado 1 de junio, pero se suspendió al alegar las partes que la sala donde iba a celebrarse no reunía las medidas de seguridad necesarias frente al coronavirus.
En el mismo auto, la Audiencia agrega que el argumento de arraigo personal o familiar que plantea la defensa para pedir la libertad provisional «cede ante la magnitud de las penas que pudieran imponerse», a la vista de las solicitudes de las acusaciones, entre ellas la ejercida por la familia del agente fallecido, que en total ha pedido 42 años y medio de cárcel.
La Fiscalía ha solicitado por su parte un total de 27 años de prisión por delitos de homicidio, daños, robo de vehículo a motor y depósito de armas de guerra.
Los hechos se remontan al 15 de octubre de 2018 en Huétor Vega, cuando, sobre las cuatro de la madrugada, el acusado arrebató tras una persecución el arma reglamentaria al agente José Manuel Arcos Sánchez y a corta distancia, con intención de acabar con su vida, le disparó en la zona situada entre el abdomen y la ingle, lo que le provocó la pérdida masiva de sangre y el fallecimiento por shok hipovolémico, según el relato del fiscal.
La persecución se inició cuando supuestamente el acusado «aceleró» tras darle el guardia civil el alto, junto con la agente en prácticas que lo acompañaba, después de que realizara «una maniobra que resultó sospechosa (…) probablemente porque manejaba un vehículo robado y porque portaba una mochila con un arma considerada de guerra que arrojó durante la huida.