Los precios suben un 0,5% en septiembre
- Destaca la subida de precios en Alimentos y bebidas no alcohólicas
En septiembre de 2020, el IPC ha subido un 0,5% en Granada, frente al aumento del 0,4% en septiembre de 2019. Los grupos de bienes y servicios que más han subido respecto al mes pasado han sido Vestido y Calzado (10,1) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (0,8), mientras que ha bajado el precio en Ocio y cultura (-1,6) y Restaurantes y hoteles (-0,6). Respecto a la variación de los últimos doce meses el IPC se sitúa en el -0,2%, mientras que para el mismo periodo, pero en 2019, bajó un 0,2%.
Destaca la subida de precios en Alimentos y bebidas no alcohólicas (2,8) y Otros bienes y servicios (2,4), mientras que ha bajado el precio de Transporte (-4,6) Ocio y cultura (-1,7) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (-1,6). Por otra parte, en lo que llevamos de año, los precios han descendido un -1% (mientras que en el mismo periodo del año pasado bajaron un 0,4%) siendo los productos que más se han abaratado Vestido y Calzado (-9,4) y Transporte (-4,9) y los que más han subido sus precios, Restaurantes y hoteles (2,1), Otros bienes y Servicios y Alimentos y bebidas no alcohólicas ( ambos con 1,7)
Ante estos datos, José Antonio Enríquez, Secretario de Organización de UGT Granada, opina que hay que aprovechar la baja inflación para llevar a cabo políticas económicas expansivas, que permitan reactivar el consumo, la economía y el empleo. Y es que la inflación que se ha registrado a lo largo de los últimos meses, junto con las previsiones que se manejan para este 2020, allanan el camino para una política monetaria y fiscal expansiva que permita reactivar la economía. Este 2020 parece que va a terminar con un índice de precios de consumo en deflación lo que, según las previsiones existentes para el año que viene, parece indicar que los precios se irán recuperando ya a lo largo de 2021, pese a que sus incrementos vayan a ser similares a los experimentados en los últimos años, opina el representante sindical.
Esto implica, señala Enríquez, que un aumento del gasto público para sostener las rentas, el tejido empresarial y, por tanto la actividad económica, tendría un mayor efecto. El ejemplo más claro se encuentra en los ERTEs, respecto a los que el representante de UGT sostiene que se deben mantener hasta que sea necesario para sostener las economías domésticas y evitar la mayor pérdida de empleo posible. Además, el efecto más positivo que se puede encontrar en esta situación es que la baja inflación, o incluso la deflación, es una ventaja para poder recuperar la capacidad adquisitiva de los hogares, que se vieron afectados desde la pasada crisis económica, recuerda.
Pero no hay que olvidar que la prioridad es aplacar los problemas sanitarios para poder retomar los niveles de actividad económica previos a la COVID19. Así, reivindica entornos seguros en los puestos de trabajo como imprescindibles para una recuperación económica exitosa.
Por último, el sindicalista exige la derogación inmediata de al menos, los aspectos más lesivos de la reforma laboral, para que se recupere la ultraactividad de los convenios, la prevalencia del convenio de sector sobre el de empresa y se regule la subcontratación, medidas, afirma, que deben abrir paso a una nueva normativa laboral que no se base en empleos precarios, temporales y de bajos salarios, porque si nuestro mercado de trabajo sigue siendo frágil y los puestos de trabajo volátiles, la recuperación social y económica que precisa Granada no será posible.