Granada ninguneada
Que yo denuncie que Granada lleva siendo ninguneada por los poderes fácticos de Andalucía no es nuevo, lo he denunciado en más de 80 artículos, pero está visto que mi voz, junto con la de todos los granadinos que aman nuestra tierra y que quieren verla progresar, debe seguir reclamando aquello que nos merecemos, no ya por derechos históricos, sino por justicia con esta región tan injustamente tratada desde la construcción de la Comunidad Autónoma andaluza y la conversión de Sevilla en ciudad plenipotenciaria y receptora universal de unos fondos y de un poder que ha administrado durante 40 años para su propio y único beneficio.
Tras el 2-D soplaron vientos de cambio y los granadinos vivimos esperanzados en que Granada recuperase algo del protagonismo ostentado durante muchos siglos, y que luego se tornaría en ninguneo, decadencia, olvido y postración. Pero la realidad nos está revelando que no hay nada nuevo bajo el sol, comenzando por la relevancia de granadinos en el reparto de gobierno, que sigue siendo nula, como lo son, por ahora, todas las promesas habidas y por haber que nos hacen sobre la Gran Granada, más bien la Gran Nada, como ya muchos se han adelantado a denunciar. La última promesa estrella, dos museos para la ciudad, un MOMA local y otro de Bellas Artes, que ya verán dónde quedan tras las elecciones, seguro que en el olvido más absoluto.
No olviden que sólo se trata de promesas electorales de encantadores de serpientes que pretenden atraer nuestro voto porque lo necesitan para sobrevivir en un mundo de privilegios y elevados sueldos que salen del esfuerzo de nuestro trabajo. No olviden tampoco que ya los conocemos porque llevan desgobernando Granada, ora desde el mando, ora desde la oposición, durante décadas, en las que sólo nos han traído postergación, y a la vista está que van a seguir en la misma línea ¿Por qué entonces seguir abonando la tierra infértil, abonando sueldos infértiles de políticos infértiles para con su tierra?
Y es que la Granada ninguneada va a seguir siendo la tónica del nuevo gobierno, en consonancia perfecta con las decisiones tan perjudiciales para nuestra tierra de la ex Sultana y sus antecesores socialistas.
La capitalidad europea de la cultura 2031 ya ha pasado a mejor vida -aunque creo que con el PSOE igualmente hubiera sido un bluf-, la OCG también está agonizante, y la nueva Junta ha contribuido a su ocaso con su no rotundo a aumentar su aportación, mientras sí lo ha hecho para las orquestas de Sevilla y Málaga, y a la Alhambra sólo le espera una gestión turística pura y dura.
Pero este ninguneo es activo y pasivo a un tiempo, y además de todo lo anterior, seguimos sin AVE, sin tren a Barcelona y sin otras muchas cosas más, definitivamente desconectados de todo en el tiempo y en el espacio, y perjudicados en todo, hasta en las tradiciones culturales granadinas. Ejemplo de ello es incluso nuestra propia Semana Santa, en la que ahora nos encontramos, cuyo vilipendio sería impensable en Sevilla o en Málaga. Porque nuestra Semana Santa trasciende lo religioso para convertirse en una manifestación cultural única y de primer orden, que debe ser respetada como lo son aquéllas, y anteayer mismo, Domingo de Ramos, fui testigo de una absoluta falta de respeto a una de nuestras más veneradas imágenes de la Semana Santa granadina, la Virgen María Santísima de las Maravillas, que, acercándose de vuelta a San Pedro fue insultada a voz en grito por unas innombrables que pedían que “eso” fuera inmediatamente quitado de la Carrera del Darro para que ellas pasaran. Inconcebible allende el Guadalquivir.
La sensación de abandono de los granadinos, de Granada, de nuestras infraestructuras, de nuestra economía, de nuestras tradiciones, de nuestra cultura y de nuestro futuro sigue presente en nuestros corazones por la nuevamente constatada inacción de los políticos que dicen que nos representan.
Los granadinos debemos seguir luchando con ahínco para lograr por nosotros mismos lo que estos políticos han demostrado que ni han hecho ni harán jamás por Granada.
