Cambril acusa a Paco Cuenca de practicar «juego sucio» y de incumplir su palabra
El candidato a la alcaldía por Podemos Izquierda Unida adelante, Antonio Cambril, se ha mostrado muy molesto por lo que considera «juego sucio», oportunismo y deslealtad política del alcalde de Granada y candidato a la reelección por el PSOE, Paco Cuenca. En un texto colgado en redes por Cambril, titulado «Cuenca quiere que hablemos», dentro de una sección/columna publicada en Facebook bajo el nombre de «Breverías», creada tras abandonar el columnismo en prensa escrita para «seguir manteniendo el contacto con sus seguidores», el periodista relata los pormenores de una visita de la Candidatura que encabeza a la Azucarera de San Isidro, un espacio que pretenden recuperar «con el desarrollo de un ambicioso proyecto urbano y cultural que necesitará del apoyo de varias instituciones y partidos «. Tras la reunión de tres horas de duración con el arquitecto que tiene instalado allí su estudio, según Cambril, éste le informó: «Cuenca pide que lo llames, que no publiques nada antes de hablar con él para actuar de manera coordinada». El candidato de la confluencia de Izquierdas a la alcaldía así lo hizo, «a la mañana siguiente lo telefoneé y no contestó. Horas después envió un guasap y se ofreció a contactar por la tarde. Le dije que bien, pero la llamada no se produjo». La sorpresa se la llevó el periodista cuando al día siguiente la llamada ocurrió de manera bien distinta «a cinco columnas en la portada del diario IDEAL y un reportaje a dos páginas bajo el título: -Urbanismo advierte del deterioro de la Azucarera, en ruinas y ‘okupada-«. Cambril se lamenta de lo ocurrido y mantiene que mientras él pensaba en la ciudad, Cuenca «maquinaba cómo adelantarse y hacer propaganda al servicio del PSOE y de su interés personal».
Tras la respuesta del Alcalde y candidato a la reelección por el PSOE, Cambril es consciente de que le ha tratado «como a un pardillo, que es lo que soy y pienso seguir siendo». Dice el periodista, curtido en mil batallas periodísticas, que Cuenca le ha dado «la primera lección política. Pero no he aprendido nada. Ni aprenderé nunca. ¡Este es el sujeto! He pasado media vida cumpliendo la palabra que doy en público. Al parecer, la suya no vale lo mismo. Vale lo que dos páginas de periódico», concluye Cambril.
Políticos de postureo que heredan cargos y conductas. Políticos afines al poder de los clanes y tribus de la Calle Águilas. Políticos casi inútiles, asesorados por casi asesores. Políticos de columpio. Políticos burgueses de mármol y sacristías. La trampa a Cambril es barriobajera, pero de principiante, no de oficial.