El comedor escolar no volverá tras Navidad
El Día de la Marmota es un método folclórico usado en Estados Unidos y Canadá para predecir cuándo llegará el final del invierno. Para ello interpretan el comportamiento del animal cuando sale de su hibernación a primeros de febrero.
La película del Día de la Marmota, el actor Bill Murray interpreta a Phil Connors, un meteorólogo que, mientras cubre el evento anual del Día de la Marmota, se encuentra atrapado en un ciclo de tiempo, repitiendo el mismo día una y otra vez. Una vez que intenta suicidarse en numerosas ocasiones, comienza a evaluar su vida y sus prioridades.
Y, esto mismo le pasa al gobierno andaluz con los comedores escolares. Se han transformado en Phil Connors donde ven como la gestión privada y externalizada de los comedores escolares fracasa una vez tras otra, pero a diferencia de Phil, tanto PP como Cs son incapaces de realizar una evaluación de la situación, establecer prioridades y buscar soluciones.
Los problemas en la gestión de los comedores no son es nada nuevo, al igual que la ineficacia y la enorme demora en solucionarlos por parte del ejecutivo andaluz. En el curso pasado, concretamente en octubre de 2019 -meses antes de la crisis sanitaria- en numerosos centros educativos de Jaén sufrieron la eliminación de este servicio que no recuperaron hasta cuatro meses después.
El segundo capítulo se vivió en plena pandemia sanitaria donde varias empresas dejaron en la estacada a unas 30.000 trabajadoras y trabajadores a nivel andaluz abarcando a los servicios de comedor, aula matinal, PTIS, actividades extraescolares, ILS, limpieza… fueron despedidos a pesar de que la Junta afirmaba abonar sus sueldos. Esta situación creó una enorme incertidumbre a los trabajadores y trabajadoras de la empresa de catering afectada, mujeres en su amplia mayoría y con sueldos muy bajos.
Y pasó el verano y se dio el pistoletazo de salida para comenzar el presente curso escolar y dos empresas renunciaron a la gestión del comedor de 17 centros de la capital y de varios pueblos de la provincia lo que afectó a más de 1200 alumnas y alumnos de los 17.000 que demandaron el servicio para el presente curso. Esta renuncia, realizada tan solo 2 días antes del inicio de curso escolar no solo afectó a las familias que necesitan de este servicio para la conciliación familiar, laboral y personal, sino que esta espantada también impacta sobre las familias más vulnerables donde la comida escolar se convierte en un balón de oxígeno imprescindible para su maltrecha situación económica y laboral.
Y, si a todo lo acontecido meses atrás no fuera suficiente, en estos días hemos podido conocer que la licitación de los comedores que prestaban servicio las empresas Col ServiCol, Perea Rojas y Catering Villablanca ha quedado desierta. Varios centros educativos de Granada, así como de varios pueblos como Pinos Puente, Láchar, Salar, Deifontes, Dehesas Viejas entre otros, se verán afectados por la falta del servicio de comedor.
Con todos estos hechos el gobierno andaluz no se platea la recuperación de la gestión de estos comedores escolares para solucionar este problema. ¿Qué debe ocurrir más para que el gobierno de Moreno Bonilla decida gestionar de manera pública los comedores escolares?
Ya lo dijimos en el mes de septiembre y lo reiteramos una vez más, la gestión de los comedores escolares debe ser pública con cocinas in situ en todos y cada uno de los centros educativos con productos de temporada y de cercanía lo que conllevaría la dinamización de la economía local, menor huella ecológica y un servicio de mayor calidad con sueldos dignos. Y para muestra dos ejemplos de cocina in situ donde la calidad de su comedor es su mejor valedor, hablamos del CEIP Sierra Elvira y el CEIP Gómez Moreno.
¿Habrá aprendido el gobierno del PP y Cs de los numerosos fracasos que supone que los comedores escolares estén en manos privadas? ¿Se despertarán de ese largo “Día de la Marmota” o seguirán como Phil Connors viviendo una jornada tras otra el mismo día en el que los comedores escolares sigan con esta inseguridad?
