Comunicado del Colegio de Arquitectos sobre la calidad de las edificaciones en la provincia
Ante la alarma generada por la insistente actividad sísmica de estas pasadas semanas, el Colegio Oficial de Arquitectos de Granada ha querido tranquilizar a la ciudadanía a través de un comunicado.
Desde finales de la década de los años 60 del pasado siglo XX, el parque inmobiliario edificado en España y más concretamente en la provincia de Granada, ha sido proyectado cumpliendo las exigencias y prescripciones obligatorias de las diferentes Normas Sismorresistentes que se han ido aprobando hasta nuestros días (PDS-1, NCSE-94, NCSE 02). A lo largo de estos años cualquier edificio construido desde entonces, sujeto a autorización administrativa (licencia de obras) previo visado preceptivo por el Colegio Oficial de Arquitectos, ha tenido que cumplir con las referidas normativas, cuyo fin principal es evitar el colapso de las estructuras de los edificios y, en la medida de lo posible, daños personales a sus habitantes.
Se trata, pues, que la estructura soporte el movimiento ocasionado por el terremoto minimizando aquellos daños materiales que puedan producirse en el resto de elementos constructivos de carácter secundario (instalaciones, tabiques, fachadas, pretiles, cornisas, revestimientos, etc) cuya rigidez a veces no es compatible con las oscilaciones sísmicas provocando roturas o caídas a vía pública, con el consecuente peligro para las personas que transitan junto a los edificios.
Por ello en el caso de abandonar el edificio se aconseja alejarse lo más posible y permanecer en espacios abiertos y protegidos de caídas de los citados elementos constructivos.
Ante una actividad sísmica moderada como la que viene sucediendo, con origen según los expertos en Geodinámica y Geofísica, en las numerosas y pequeñas fallas existentes en el territorio de Granada y su entorno, las estructuras de los edificios, ejecutadas conforme a la normativa en vigor, están diseñados para soportar dicha actividad.
Los demás daños que pudieran ocasionarse en otros elementos constructivos deberán ser supervisados por técnicos en la materia, que evaluarán la envergadura de los mismos e informarán sobra las actuaciones a seguir para reestablecer sus condiciones de servicio.