El Gobierno andaluz crea ludópatas
Cuando en mayo de 2019 debatíamos en el Pleno del Parlamento de Andalucía una Proposición No de Ley que registramos sobre el problema de las Casas de Apuestas nunca pensé, observando el consenso que provocó la lucha contra la ludopatía, que año y medio después el gobierno andaluz comandado por PP y Cs dieran más pasos por consolidar el aumento de la ludopatía que a combatirla.
Y es que, el gobierno de Moreno Bonilla cuando tiene en un lado de la balanza ayudar a las familias afectadas por esta lacra y, en el otro, socorrer a la industria del juego de azar, el ejecutivo andaluz lo tiene claro, se vuelve a favor del lobby dejando desamparadas a los miles de familias trabajadoras que ven como caen en la telaraña de esta terrible adicción.
Y es que son numerosas las ocasiones en las que, en estos dos años de legislatura, el gobierno de Juanma Moreno y Juan Marín (aquellos que venían a cambiar Andalucía… a peor claro) han ayudado con total descaro al juego de azar. Aquí van algunos de los ejemplos:
1. Un decreto insuficiente. Meses después de aprobar esta PNL, el ejecutivo publicó un decreto con medidas para abordar esta problemática. Un decreto a todas luces insuficiente y que no contemplaba nada de lo aprobado meses atrás como la limitación de metros de las casas de apuestas entre sí y con centros educativos, culturales y de ocio, la eliminación y/o reducción de máquinas de la presencia de máquinas de juego en bares, restaurantes y cafeterías o la utilización de entes públicos como RTVA como instrumento de prevención.
2. Ayudas reiteradas en plena pandemia. Cuando explotó la crisis sanitaria originada por la Covid-19 ocasionando un seísmo monumental a todos los niveles, una de las primeras medidas que adoptó el gobierno andaluz fue bonificar con un 50% la tasa de máquinas de azar. Para ellos, era más importante actuar de forma urgente sobre este sector que ayudar a las miles de personas que se quedaron sin empleo o a las familias más vulnerables, ayudas que no llegarían hasta 8 meses más tarde.
No fue suficiente esta bonificación puesto que en el mes de junio se realizó otra, en este caso del 100% en el mismo concepto. En cuestión de meses, se había ayudado de forma reiterada a las tragaperras mientras se dejaba en la estacaba a las familias que sufrían sus consecuencias.
Pero, como dice el dicho, “no hay dos sin tres” y con la llegada de la ola de octubre, de nuevo volvieron a aprobar otra bonificación, y todo ello, disfrazándose en una falsa imagen de amparo a la hostelería puesto que el sector hostelero demandaba ayudas directas por otros conceptos y no para los fines del juego de azar.
3. Recorte en el Programa Andaluz sobre Drogas y Adicciones. No les bastaba con haber bonificado a las tragaperras que, aún en plena pandemia, recortaron un 3,2% del Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones demostrando, una vez más, su nulo compromiso en la lucha contra la ludopatía ignorando a los sectores más afectados por ella como son la juventud y la clase trabajadora donde se dejan sus precarios sueldos en el juego de azar.
4. Ataque a los ayuntamientos. Esta es la última jugada disparatada del gobierno de las derechas en Andalucía. Ayuntamientos como el de Alcalá de Guadaira o el de Cádiz que habían aprobado la modificación del PGOU con el objetivo de impedir que se abrieran casas de apuestas en lugares cercanos a centros educativos, deportivos o de ocio juvenil se han encontrado con la negativa de poderla llevar a cabo. La Dirección General de Tributos, Financiación, Relaciones Financieras con las Corporaciones Locales y Juego de la Consejería de Hacienda y Financiación Europea ha solicitado formalmente al ayuntamiento que derogue una modificación puntual de su Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) que impide la implantación de establecimientos de apuestas y salas de juego a menos de 500 metros de los equipamientos educativos, deportivos y socioculturales, una decisión totalmente desacertada.
Con estos hechos nos encontramos con un gobierno andaluz que, en lugar de velar por la salud del pueblo, juega con ella. Un gobierno que ha convertido Andalucía en el paraíso del juego y que ignora los datos preocupantes que arrojan los organismos oficiales sobre la incidencia del juego en la sociedad. La Dirección General de la Ordenación del Juego emitió un estudio donde analizaba el incremento de usuarios al juego on line desde los meses de marzo a junio donde el juego había aumentado un 18%, el bingo un 70% y el casino y el póker un 40% y 97% respectivamente, dejando latente que la pandemia y, en concreto, el confinamiento domiciliario había ocasionado un aumento, en muchos casos exponencial, de las personas que se habían adentrado en esta pegajosa telaraña del juego virtual.
Y frente a estas políticas “proludopatas”, el gobierno central, con Alberto Garzón al frente del Ministerio de Consumo, han puesto pie en pared para acabar con ella y tener una sociedad libre de casas de apuestas. Y, para ello, han establecido medidas de choque como prohibir la emisión de anuncios de apuestas en determinados horarios, impedir que personas conocidas participen en ellos o el veto de estos negocios como sponsor en equipos deportivos, por lo que 15 de los 20 equipos de primera división deberán buscarse otro patrocinador de cara a la próxima temporada.
En definitiva, necesitamos un gobierno andaluz que no se ponga de perfil contra un problema que afecta cada día a más personas destrozando a miles de familias en nuestra tierra.