Concentración de delegados sindicales para protestar contra la brecha salarial
- Con una brecha salarial del 17%, las granadinas tendrían que trabajar 74 días más que los hombres para ganar lo mismo, según los sindicatos
Delegados y Delegadas de CCOO y UGT se han concentrado hoy frente a la sede sindical de Granada, para denunciar que, según el Estudio Mercado de Trabajo y Pensiones de la Agencia Tributaria para el año 2019, las granadinas cobraron de media 14.947€, mientras que en el caso de los hombres, esta cifra asciende a 17.991€, lo que supone una brecha salarial del 16,92% (3.044€ menos al año) es decir que para percibir el mismo salario las mujeres granadinas tienen que trabajar 74 días naturales más.
El sector donde más brecha salarial hay en Granada, según indican, es el de la industria (35,89) seguido de la agricultura (35,11%) y comercio, reparaciones y transportes (29,54). De las 172.517 asalariadas en Granada, más de la mitad (54,54%) en concreto 94.102 mujeres, perciben un salario igual o inferior al SMI.
Mantienen que la pensión media anual de una mujer en la provincia de Granada en el año 2019 ha sido un 29,26% menor que la pensión de un hombre (3.628€ menos al año), y en prestaciones por desempleo, la diferencia entre lo que cobran los desempleados granadinos respecto a las desempleadas granadinas ronda el 4%.
Ante estos datos, la responsable de Igualdad y Mujer de UGT Granada, Rosa Mª Muñoz, alerta de la «feminización de la pobreza», un fenómeno que asegura que va en aumento ya que las mujeres no participan en la misma medida que los hombres del reparto de la riqueza y por tanto del bienestar. En este contexto, la ugetista ha sostenido que las mujeres están volviendo a ser las grandes pagadoras de la crisis, en esta ocasión de la provocada por la pandemia, con más contratos temporales y con peores condiciones, además de una brecha salarial que es insostenible en la provincia.
Asimismo, ha indicado que generalmente las mujeres se concentran en puestos de trabajo que se caracterizan por una remuneración y un valor social «inferiores», algo que asocia a una prolongación de las actividades que social y tradicionalmente han sido asignadas a cada sexo, lo que llaman segregación horizontal. También, ha aludido a la presencia de la segregación vertical en el mercado laboral granadino, debido a la distribución no equilibrada de hombres y mujeres en diferentes niveles de responsabilidad. La representante de UGT ha subrayado además que, por un lado, los roles influyen en la elección de los estudios, mientras que por otro, la conciliación origina que las mujeres trabajen menos horas que los hombres, algo que incluye en la remuneración y las oportunidades de promoción profesional. Por eso, sostiene que la subida del salario SMI a 950 euros ha beneficiado sobre todo a las mujeres que ocupan mayoritariamente los tramos salariales de menor cuantía.
En este contexto, ha manifestado que la discriminación salarial es, de todas las discriminaciones que sufren las mujeres, la que más dificultades entraña para ser erradicada. Por la pandemia, ha destacado que una de las lecciones se debe aprender de esta crisis es la necesidad de avanzar en la igualdad real entre hombres y mujeres en el ámbito laboral y social.
Por su parte, la Secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO, Eva Calderón, ante esta realidad, denuncia la situación de vulnerabilidad de las mujeres en el mercado de trabajo, ya que sigue siendo un problema de carácter estructural, que lastra e infrautiliza la fuerza del trabajo y el capital humano femenino. Las mujeres se siguen concentrando en sectores y ocupaciones que en general, están peor pagados, sufren la doble discriminación de tener un salario medio inferior al de los hombres y, además, trabajan en su mayoría a tiempo parcial involuntario (36.4 %) por no encontrar un empleo a jornada completa. El empleo estable sigue siendo un privilegio para unas cuantas mujeres ya que sólo el 5,5% de las contrataciones realizadas en nuestra provincia, son indefinidas.
Para Calderón, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres está enquistada en nuestra sociedad. Las mujeres granadinas, además de tener unas condiciones laborales más precarias que los hombres, con la crisis sanitaria del COVID-19, se han visto mucho más afectadas. A finales de enero, había 5.462 mujeres en ERTE en nuestra provincia que no han vuelto a su puesto de trabajo y que posiblemente acaben en desempleo. Sin olvidar que uno de los grandes problemas que persiste a lo largo del tiempo en el mercado de trabajo es la alta temporalidad (32,5%), donde la población con menor edad tiene una mayor proporción de contratos de corta duración, principalmente para las mujeres menores de 25 años donde las contrataciones tienen una duración inferior o igual a 7 días.