Un estudio señala que la calidad de las sentencias judiciales disminuye cuando en el tribunal actúan otros jueces además del titular del juzgado
- La investigación ha sido publicada en la revista ‘‘International Review of Law and Economics”
Un estudio realizado por investigadores de varias universidades españolas, entre los que se encuentra la profesora de Economía Aplicada de la Universidad de Granada (UGR) Virginia Rosales, ha demostrado que la calidad de las sentencias jurídicas disminuye cuando el tribunal está formado por varios jueces, en lugar de solo por el juez titular.
El estudio ha sido publicado en la revista ‘‘International Review of Law and Economics” y recibe el título de “Professional vs. non-professional labour judges: their impact on the quality of judicial decisions”.
En él, los autores han analizado un panel de datos de 339 Juzgados de lo Social desde el año 2004 hasta 2017, que en total suman 4407 observaciones. Según la investigadora Virginia Rosales, “nos centramos en los Juzgados de lo Social porque son los únicos que contaban con los datos disponibles para poder analizar las diferencias en la calidad de las resoluciones judiciales por tipo de juez”.
Los Juzgados de lo Social constituyen la base de la pirámide de la Jurisdicción Social en España. Están distribuidos por provincia, y cada uno de ellos está compuesto por un juez titular, un letrado y el personal judicial (de 6 a 8 personas). En ocasiones, otros jueces pueden entrar a trabajar como sustituto o como refuerzo en un determinado juzgado.
“Nosotros queríamos estudiar el efecto de esta situación en el desempeño de los juzgados, en particular, en la calidad de las resoluciones, medida a partir de la tasa de confirmación de las sentencias de los juzgados de lo social en segunda instancia”, apunta Rosales.
La calidad de las decisiones judiciales
A su vez, la evidencia empírica ha demostrado que el tipo de juez influye en la calidad de las decisiones judiciales. En concreto, la calidad disminuye más cuando dicho juez auxiliar es un juez de carrera, en lugar de un juez de no carrera. Como señala Rosales, “los resultados en principio nos parecieron contra-intuitivos, porque encontramos que la calidad de las resoluciones disminuye en mayor medida cuando el otro juez que entra como sustituto o refuerzo es un juez de carrera. Investigando sobre ello nos dimos cuenta que, generalmente, los jueces de carrera que entran como sustitutos o refuerzo han salido hace poco de la Escuela Judicial, con lo cual tienen menos experiencia que los jueces de no carrera que entran a desempeñar esas funciones, quienes generalmente son abogados con experiencia, y/o profesores o doctores en derecho.”
Estas conclusiones ponen a la luz dos dilemas importantes a la hora de diseñar las políticas judiciales. El primero es que los jueces auxiliares disminuyen la calidad de las decisiones, pero a la vez son necesarios cuando los juzgados están congestionados, porque aumentan la productividad. El segundo es que los nuevos jueces de carrera deben ganar experiencia, pero esto hace que la calidad de las resoluciones disminuya.
Por tanto, apuntan los autores, los diseñadores de dichas políticas deben plantearse si sacrificar la calidad de las decisiones para tener una mayor productividad y para que los nuevos jueces ganen experiencia.