La transformación de la Ribera del Violón apuesta por la conjunción de urbanismo y medio ambiente
- La actuación, que supone la combinación de tecnología urbanística y medioambiental, ha permitido transformar la que era una calle sombría de comunicación entre el Palacio de Congresos y el Camino de Ronda en un eje peatonal amable que integra el Río Genil en la vida de la ciudad
El alcalde de Granada, Luis Salvador; el primer teniente de alcalde y concejal delegado de Urbanismo, Luis González; la concejal de Mantenimiento y presidenta de la Junta Municipal de Distrito Ronda, Eva Martín; y el director de Planificación y Obras de Emasagra, Alejandro Muñoz, han presentado esta mañana la intervención realizada en la Ribera del Violón, ejecutada por el Ayuntamiento de Granada en colaboración con la empresa Emasagra, que permitirá convertir de la zona en un espacio más sostenible para los granadinos.
Con una inversión de 673.428,09 euros (IVA no incluido), la obra supone la transformación de esta calle en un eje vertebrador del espacio peatonal y ciclista hacia los espacios verdes existentes y futuros de la ciudad.
“Seguimos haciendo ciudad”, ha afirmado Luis Salvador, al tiempo que ha hecho hincapié en el trabajo del área de Urbanismo, junto con Emasagra, para que en “cuatro meses” se haya ejecutado esta obra, que ha dado solución a “un problema estructural de hace muchos años”.
El primer edil ha indicado que se trata de una calle “de cerca de 300 metros con graves problemas que hacían que se deteriorara todo lo que tenía que ver con la ingeniería, el saneamiento y que terminaban afectando al mantenimiento de la vía”. Así, ha destacado que se ha logrado ejecutar una obra “pionera”, que “está llamada a ser el nuevo tipo de obras para ir mejorando las calles de Granada”, mediante un “urbanismo del siglo XXI”. Además, ha resaltado el sistema especial de plantado de árboles, que permitirá la expansión de las raíces, evitando generar problemas en el asfaltado, y que contribuirá a continuar por el camino hacia una ciudad más verde.
En esta misma línea, Luis González ha remarcado que esta obra supone un ejemplo más de la transformación impulsada desde el equipo de gobierno en todos los barrios de la ciudad. Al hilo, ha destacado también la importancia de la unión del urbanismo con el medio ambiente para lograr la mejora de las infraestructuras, como ha ocurrido en el caso de este viario. “Se ha invertido en tecnología urbanística y medioambiental, haciendo que sea más que una simple calle, mediante un nuevo sistema de arbolado, asfaltado y rodamiento”, conectando dos zonas importantes de la ciudad mediante el desarrollo de un nuevo urbanismo y nuevos proyectos de ciudad”.
González también ha resaltado la implicación del gobierno local en mejorar la calidad de vida de los granadinos, apostando por una ciudad más sostenible, moderna, y fomentando en este caso el disfrute del entorno del río, así como de los espacios verdes. Una cuestión en la que están volcadas, tal y como ha asegurado, las distintas áreas del gobierno municipal.
Los detalles técnicos de la obra han sido relatados por el director de Planificación y Obras de Emasagra, Alejando Muñoz. La intervención ha permitido transformar la que era una calle sombría de comunicación entre el Palacio de Congresos y el Camino de Ronda en un eje peatonal amable en el que se integra el Río Genil en la vida de la ciudad. Así, en sus márgenes se incrementará la presencia de arbolado, invitando al paseo y consiguiendo continuidad del centro de la ciudad hacia las zonas de esparcimiento situadas en el exterior de la misma.
Tal y como ha relatado, el árbol en esta vía será el gran protagonista junto al peatón, ya que se ha dotado de un suelo estructural para favorecer el crecimiento de las raíces con libertad, posibilitando la coexistencia del aglomerado y el arbolado. Dicha esta técnica favorece que aumente el tiempo de vida de los árboles. Con objeto de disponer de las especies arbóreas más idóneas para este entorno, se ha determinado posponer la plantación hasta la época del año más apropiada para el buen desarrollo de la variedad seleccionada. A ello le han sumado que la disposición de bancos y papeleras, contribuirán al disfrute del río y de la ciudad, generando espacios más amables para el ciudadano.
El deficiente estado del firme de la vía y del acerado junto al Río Genil apuntaba a defectos en la estructura subterránea de la calle. La actuación, que para Emasagra se origina por la necesidad de adecuar las Infraestructuras del Ciclo Integral del Agua evitando así la contribución del agua al deterioro del estado del firme, ha finalizado en una reconstrucción del mismo y en una transformación del entorno gracias al carácter eminentemente peatonal de la sección implantada.
La red de saneamiento que discurre por esta vía está compuesta, tal y como ha detallado Muñoz, por un colector principal de gran diámetro, un ovoide de sección 1.570×900 mm, que avanza destino a la Biofactoría Sur. La importancia de los caudales que transporta dicha infraestructura, un ovoide de sección 1.570×900 mm, complicaban la actuación, amén de la presencia del encauzamiento del Río Genil y la cercanía de los edificios, que fueron determinantes para optar por una tecnología sin zanja consistente en la instalación de una manga autoportante impregnada en resina con un curado interior la misma a base de rayos UVA. Para llevar a cabo esta actuación ha sido necesario del uso de varios equipos de bombeo, al no poder dejar sin servicio las infraestructuras durante su reconstrucción.
La actuación ha requerido del levantamiento de la totalidad de la calle, unos 285 metros de longitud con un ancho desde los edificios hasta el muro del río que ronda los 10 metros. La calle desprendía signos de existencia de deficiencias en los rellenos desde su construcción, que han conllevado a un deterioro acelerado de las redes, por ello se determinó la necesidad del saneado de una capa importante del firme que ha llegado hasta los 2 metros de profundidad en zonas localizadas.
Para el acabado de la sección superficial, se ha optado por una técnica novedosa, en la que a base de aglomerado impreso se ha logrado diferenciar la zona peatonal de la zona de tráfico de vehículos en una plataforma única. Se trata de un tratamiento novedoso del aglomerado, denominado Firprint, el cual es capaz de absorber el ruido de la rodadura por sus características fonoabsorbentes, mantener el color con el paso del tiempo, fotorresistente, y además es antideslizante, lo que le confiere a la vía unas características ideales para el tránsito de viandantes y ciclistas, apostando por una transformación Urbana Sostenible, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, en concreto con el ODS 11.