¿Le hacen bullying a AstraZeneca?

Fue la semana previa al puente de Andalucía, cuando el colectivo docente recibió con una mezcla de alegría, incredulidad y resquemor, nuestra próxima vacunación con una dosis de AstraZéneca. Por aquellas fechas, era la “vacuna mala”, la que solo se podía administrar a menores de 65 años, la que nos dejó a la mayoría de los docentes inoculados con un día menos de puente, ya que los efectos secundarios se hicieron notar en un gran número de compañeros/as durante el día siguiente, y el brazo dolorido unos cuantos días más.

En el fondo, nos lo tomamos resignación cristiana, asumiendo los efectos secundarios con el fin de acabar con la pandemia y, a su vez, estar algo más tranquilos en las aulas. Como bien dije en su momento, éramos, y creo que a día de hoy lo seguimos siendo, unos privilegiados.

Cada vez que cualquier docente enciende su teleinforma, cruza los dedos. En pocas semanas hemos pasado por multitud de casuísticas con las vacunas: la ideal para menores de 55 años, el lote en mal estado, la ideal para menores de 65 años, la paralizada por diversos países europeos, la investigada por la EMA y, actualmente, la recomendada para mayores de 65 años. Ante esto, la mayoría de los docentes andaluces tenemos una dosis inoculada de una vacuna que supuestamente no está recomendada para nuestro rango de edad y que, además, estaba en mal estado.

Como ustedes comprenderán, la incertidumbre ante esta situación es importante. Las últimas noticias apuntan a que nos pondrán una dosis de otra vacuna, aunque por otro lado se dice que no. A un servidor, esa mezcla de compuestos médicos, me resuena a cuando salías y mezclabas diferentes tipos de bebidas alcohólicas, resaca asegurada.

Estoy disfrutando de mi cuadragésima segunda primavera. A estas alturas de la vida, las resacas no son igual que hace unos cuantos años. Es más, trato de evitarlas. Lo que antes recuperaba en una mañana, ahora tardo un par de días. Si al final nos tenemos que vacunar con una dosis diferente a AstraZéneca, sólo me quedará encomendarme a “San-Gría”, “Shan-dy”, “San-Miguel” y “San-Devid”, últimos patronos de las resacas, para que la mezcla sea benévola con nosotros.

Cuando nos preguntan sobre la vacunación docente, nos sentimos como esos niños pequeños a los que se les pregunta a quién quieren más, si a mamá o a papá. No sabemos ni qué responder ni mucho menos, qué pensar. Los docentes estamos más que acostumbrados a lidiar con un amplio abanico de problemas en el aula, donde hay un sinfín de preguntas y pequeños detalles que hilar para encontrar la solución al mismo. A mí me da, y perdonen mi especulación banal, y con todo el respecto a la comunidad científica y a la palabra en sí, que a AstraZeneca le están haciendo bullying las otras farmacéuticas y algunos poderes fácticos con diferentes intereses económicos con las vacunas. Como cantaba M-Clan, “la mentira está escrita en los periódicos de mañana”.

CATEGORÍAS

COMENTARIOS

Wordpress (0)
Disqus ( )