Manifiesto 1º mayo de la Asamblea Feminista Unitaria de Granada

Manifiesto 1º mayo de la Asamblea Feminista Unitaria de Granada

Como cada 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo, desde la ASAMBLEA FEMINISTA UNITARIA de Granada, nos unimos al resto de trabajadoras y trabajadores en este día de lucha y reivindicación para denunciar la situación de pobreza y precariedad laboral que afecta a la clase trabajadora en general y que se ceba especialmente con las mujeres y los grupos sociales que el sistema hace más vulnerables.

Una situación que ha sido agravada de manera brutal y angustiosa por la crisis económica que ha supuesto la situación de pandemia. Mientras protege bancos y grandes empresas, este sistema acelera la precarización del empleo y el desmantelamiento continuado de los servicios públicos y dificulta en extremo la vida de amplios sectores de la población. Lo que nos afecta a nosotras, las mujeres, triplemente: como trabajadoras con condiciones precarias (la mayor parte de contratos temporales y a tiempo parcial son desempeñados por mujeres), como empleadas de los servicios públicos (altamente feminizados) y como principales usuarias de los mismos, dado que sobre nosotras sigue recayendo mayoritariamente el trabajo de cuidados (tanto el que el Estado deja de asumir en momentos de crisis como aquel del que nunca se responsabilizó), un trabajo reproductivo que mientras recae en las espaldas de las mujeres sale gratis a un sistema capitalista que necesita indispensablemente de él para su supervivencia.

En primera línea de este deterioro de las condiciones de vida, están todas aquellas mujeres cuya situación administrativa el Estado se niega a regularizar y que tienen que asumir empleos poco valorados socialmente, mal remunerados y con escasos derechos laborales reconocidos, como son todos los relacionados con los trabajos de cuidados (empleo del hogar, ayuda a la dependencia, camareras de pisos) u otros que la población autóctona a menudo rechaza por la indigencia de sus salarios (trabajo temporal en el campo, hostelería, etc.).

En este sentido este 1º de Mayo EXIGIMOS:

Servicios Públicos y de Calidad, esta pandemia ha evidenciado que hay que blindar una Sanidad Pública y Universal y la Educación frente al lucro privado, el Estado debe ser garante de los derechos universales y constitucionales de la ciudadanía. Así como de los Servicios Sociales, Educación, Dependencia, etc, fundamentales para la reconstrucción de una sociedad justa.

Una transformación del modelo productivo que supere el sesgo de Género, que provoca que cuanto más feminizada esta una profesión más desprestigiada y peor remunerada se encuentra. Un modelo que invierta de forma igualitaria en todos los sectores para conseguir la Igualdad Efectiva.

Una Renta Básica Universal, que garantice el derecho a la vida digna de todas las personas, en especial a las  excluidas del mercado, muchas de las cuales trabajan en la Economía Sumergida.

Una Reforma fiscal en clave progresiva que grave a los que más tienen, y combatir el fraude fiscal para que los esfuerzos de gasto público necesarios para afrontar la crisis económica y social no recaiga, de nuevo, sobre las clases trabajadoras y los colectivos más vulnerables.

La Regularización ya de las personas migrantes, porque ninguna persona es ilegal. El estado y la sociedad española han de responder ante la desprotección absoluta de cientos de miles de personas provocada por la Ley de Extranjería y una burocracia injusta, diseñada con salvoconductos que solo son superados por aquellas personas con más recursos, y que utiliza al resto para su beneficio y el enriquecimiento de la economía de mercado. Papeles para todxs, no solo ante la crisis sanitaria y no solo con un fin utilitarista, sino porque las personas migrantes han sido, son y serán siempre parte de la sociedad y han de garantizarse sus derechos en igualdad de condiciones.

Un nuevo marco de relaciones laborales que implique la derogación de las dos últimas reformas laborales y la garantía de unas condiciones justas y dignas para la clase trabajadora y de forma específica, para las mujeres en los sectores más precarizados: Subida del SMI, Medidas contra la brecha salarial y de pensiones, Medidas contra la Subcontratación, Ratificación del Convenio 189, Reforzamiento de la Inspección de trabajo, Vigilancia de Planes de Igualdad en las empresas.

Un Plan de Reconstrucción y de Recuperación del Empleo elaborado desde la Perspectiva de Género y que sea respetuoso con el planeta, reivindicamos un empleo estable y de calidad que, superando la precariedad, tenga en cuenta las necesidades de todas y de todos.

Redefinir un Nuevo Modelo Económico y Social que no anteponga el beneficio de los mercados, que no se arrodille ante los bancos y las grandes patronales, sino que priorice a las personas y el respeto por el planeta; en definitiva, un modelo desde la Justicia de Género, que ponga la vida en el centro.

Además, este año nos gustaría invitar a la reflexión a los movimientos sociales granaínos y especialmente a las organizaciones sindicales. Al contexto de precariedad que hemos descrito y que probablemente se agudizará en los próximos meses se suma un contexto de crispación política y de un avance de la extrema derecha sin precedentes en
nuestra historia democrática reciente (no solo en las instituciones si no también en nuestros barrios y pueblos). La extrema derecha con un discurso reaccionario (racista, machista, clasista y antisindical) gana posiciones incluso en muchos de nuestros círculos cercanos, y es que está sabiendo recoger los frutos de una izquierda desmembrada y en
muchos casos desorientada con la que buena parte de la población no se siente identificada (o al menos no con sus estructuras clásicas). Y tener el 1º de mayo tres manifestaciones diferentes, no ayuda.

Desde la Asamblea Feminista Unitaria defendemos el sindicalismo como una herramienta fundamental en la lucha por nuestros derechos. Aunque matizamos, como ya lo hicieron las compañeras que se reunieron en torno a las jornadas “El sindicalismo feminista que viene”, que trabajadoras somos todas, y que sindicalista es quien se organiza con otras para mejorar sus condiciones de vida, trabajo o estudio, aunque no lo haga a través de organizaciones clásicas (especialmente ante un mercado laboral que nos individualiza y nos precariza cada vez más). Buen ejemplo de ello son las Kellys, las compañeras de NOSOTRAS, asociación de trabajadoras del hogar y de los cuidados, el
Sindicato de Manteros o las compañeras de Jornaleras de Huelva en Lucha. Porque de lo que no cabe duda es de que organizarse es el primer paso para vencer.

Entendemos, respetamos y compartimos las diferencias de orientación política que puedan existir entre unos y otros sindicatos, así como las rencillas históricas y/o personales que puedan existir, pero apelamos al trabajo unitario en torno a fechas y luchas concretas. Nos parece una falacia plantear que eso implique tener que renunciar a los discursos propios, porque nuestros discursos no se construyen un día al año. Y sabemos de lo que hablamos. Vivimos en nuestros cuerpos lo difícil que es promover consensos y llegar a acuerdos con quienes no piensan exactamente como nosotras cada 8 de marzo.

Contamos con la suerte de compartir la lucha feminista granaína con compañeras con diferentes filiaciones políticas y sindicales, a las que respetamos y admiramos por su compromiso en espacios mixtos, lo que demuestra que con un poco de paciencia es posible trabajar juntas. Por eso creemos que la unidad de toda la clase trabajadora siempre, y especialmente en momentos de crisis, bien vale el esfuerzo.

Cuando decimos que hay que poner los cuidados en el centro de la vida, también nos referimos a ponerlos en el centro de los debates políticos, porque solo huyendo de lógicas de enfrentamiento y de luchas de egos y apostando por dinámicas de respeto y apoyo mutuo entre diferentes podremos construir alianzas para enfrentar los muchos retos que tenemos por delante.

De nuevo desempolvamos viejas consignas y alzamos la voz para decir que nuestras vidas valen más que sus  beneficios y que sus crisis NO LAS PAGAMOS.

Pero también que la revolución será feminista o no será: porque desde una mirada feminista, antirracista,  anticapitalista, anticlasista, otra forma de entender la vida, el trabajo y las alianzas no sólo es posible si no que es profundamente urgente, porque nos va la vida en ello.

Por eso, este 1º de mayo, nosotras decimos: ¡TRABAJADORAS DEL MUNDO: UNÍOS!

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