Jara Heredia presenta el domingo en el Isabel la Católica ‘Mariposilla de acero», su último montaje
Jara Heredia Robles (Granada, 1979) es descendiente de una larga saga de grandes artistas acunados en el Sacromonte, y es también una de las últimas moradoras de aquel barrio de cuevas y bronce que encandiló a intelectuales de medio mundo. Nieta de Antonia ‘La Gallina’ e hija de Juan Heredia ‘Juanillo’, guitarrista y fundador de la Venta del Gallo, Jara es una bailaora de caros registros, poseedora de las esencias de su casa. Este domingo presentará su última obra ’ en el teatro Isabel La Católica. Las entradas están disponibles en redentradas.com y en la taquilla del teatro.
“Mariposilla de acero, es el renacer con más fuerza de cada lucha interna” ¿De qué trata el espectáculo?
De un crecimiento personal en el que yo desemboco hace unos seis años cuando se cruzan personas en mi vida que me hacen despertar esa conciencia. Como bien dice el título, es un renacer con más fuerza en cada batalla, en cada lucha interna, en cada obstáculo que vas superando.
¿Cómo ha sido el proceso de creación?
Hice una especie de preestreno en el festival ‘Milnoff’ hace un año, pero por las circunstancias especiales en las que estábamos tuvimos que reducirlo a 40 minutos y no pudo completarse. Ahora lo presento una elaboración mucho más compleja porque en todo este tiempo la obra ha ido evolucionando. Mis sentimientos, mis sensaciones, han transmutado también. A veces tienes una idea en la cabeza, luego la proyectas y a lo mejor no te convence lo que ves, por eso tienes que rebuscarte hasta conseguir lo que quieres mostrar.
Preséntenos al elenco de artistas que la acompañarán.
Me acompañan en este proyecto personas y artistas muy especiales, escogidos a cosa hecha para lo que quiero mostrar en cada momento específico. A la guitarra está José Cortés ‘El Pirata’, que me encanta su frescura, y también he contado con David Heredia ‘El Marqués’, muy desconocido en Granada, muy bohemio, muy libre, pero tiene una parte psicodélica que me venía genial para esta ocasión. Al cante está Juan Ángel Tirado, que para mi es uno de los mejores cantaores, y Antonio Heredia que tiene una voz que me inspira muchísimo, muy flamenco. A la percusión está Miguel Cheyenne, que está siendo mi mano derecha porque me ayuda mucho en todo el proceso de elaboración, es muy profesional y ahí nos está amarrando a todos. Está también Coco Reyes, una actriz, poetisa, que pone voz a mi voz interior, a mi conciencia. Interactúa conmigo e interpreta unos textos de Walt Withman y Rosalía de Castro, además de textos propios.
Curro Albayzín no podía faltar…
Curro Albayzín tenía que estar porque es de las personas que más me conocen, y es una persona super importante en mi vida tanto en lo personal como en lo artístico y sin él la obra estaría incompleta.
¿Qué espera de ‘Mariposilla de acero’?
Con este proyecto hago realidad uno de mis sueños que es presentar algo mío, que no sea una simple actuación de un baile y ya está, sino un proyecto en el que cuento algo, porque ahora sí tengo cosas que contar, para hacerlo tienes que haber vivido cosas, tienes que tirarte a la piscina y ahora sí tengo muchas cosas que contar. La dificultad del parón de casi un año es algo que hemos tenido que superar todos y ponernos al día, porque, por mucho que te metas en un estudio y machacarte, no es lo mismo que estar a diario en el tablao. Me ha servido este proyecto para ponerme las pilas y para seguir estando, que es lo importante.
¿Qué recuerdos tiene de su abuela Antonia ‘La Gallina’?
El recuerdo más claro de mi abuela es esas sopas de leche con pan que nos hacía que se quedaba la cuchara clavada, y esa pasión que tenía por el baile. Era algo que era su vida. Una mujer buena, muy bondadosa, muy cariñosa.
Su padre era un flamenco emblemático que cosechó grandes amistades entre los más reputados artistas. ¿Qué recuerdos tiene de las reuniones que se daban en su casa?
Tengo muchísimos recuerdos de Remedios Amaya, de Capullo de Jerez, que era compadre de mi padre, de El Chino de Málaga, de Enrique Morente, de Luis de la Pica. La última actuación de El Pica fue en la Venga del Gallo y luego estuvieron de fiesta en la terraza (Restaurante Juanillo) con una luna llena que era impresionante y fue maravilloso ese hombre cantándole a la luna. Son recuerdos muy bonitos que se te quedan marcados para siempre y ya es muy difícil repetirlos, ver esas reuniones de artistas con esa sensibilidad tan grande, tan libres, tan bohemios y tan artistas.