La Sala Zaida acoge ‘La mirada del coleccionista’ con obras de la Fundación Carlos Ballesta
La Sala Zaida acoge la exposición ‘La mirada del coleccionista’, con las obras maestras de la Fundación Carlos Ballesta, patrocinada por Fundación Caja Rural Granada e integrada por parte del fondo patrimonial que este almeriense, cirujano y amante del arte, ha ido atesorando a lo largo de los últimos 40 años.
La Carlos Ballesta tiene su sede en el Carmen de Aben Humeya, en el Albaicín, donde se muestran de manera permanece piezas correspondientes al periodo de la conquista del Reino de Granada, la cultura mudéjar y morisca, y la posterior expulsión de los moriscos en 1609-1614, ha informado Caja Rural en una nota.
Las obras que pueden verse hasta el próximo 2 de julio en la Sala Zaida no están expuestas habitualmente en la casa-museo albaicinera. Se trata de libros, documentos, cuadros y objetos artísticos que, por su adscripción geográfica o temporal, no son comunes en el imaginario granadino ni andaluz. Componen, por tanto, una pequeña pero exquisita muestra, en la que se exhiben por primera vez importantes obras pictóricas de la Baja Edad Media, entre las que destacan el gran retablo aragonés de San Andrés, junto a los bordones o mazas ceremoniales del orfebre Pedro de Ribadeo (siglos XV-XVI), que ostentan la heráldica de sus comitentes, entre los que se encuentran los escudos de los Ulloa, señores del Castillo de la Mota y el del Cardenal Cisneros.
También se presenta una parte de la importante colección de Ejecutorias de Hidalguía que guarda la Fundación. En la selección están representados todos los reyes hispanos, desde Carlos V a Carlos III. En el campo documental, también se incluyen una interesante carta de Felipe II sobre los beneficios parroquiales en las Indias, un mapa de Perú del siglo XVIII y cuatro excepcionales piezas coloniales, como la urna funeraria de D. Rodrigo de Bastidas, fundador de Cartagena de Indias -iluminada con escenas costumbristas del siglo XVIII, de un gran valor histórico y etnográfico- y tres piezas de orfebrería peruana del siglo XVII.
Otra sección está orientada hacia la arqueología, tanto de las culturas precolombinas de las que se expone una pequeña selección de cerámicas y tejidos, como de cerámica griega o ibérica y un interesante instrumental quirúrgico romano. Se cierran las secciones con otra representativa muestra de obras decorativas modernistas, entre las que sobresalen vidrios de Galle o un torchero en hierro forjado del gran arquitecto catalán Antonio Gaudí.
La exposición se completa con cuatro nuevas piezas adquiridas para la Casa Museo de Aben Humeya, que demuestran la voluntad de su Patronato de seguir enriqueciendo dicho espacio, para satisfacción y goce de todos aquellos interesados en las artes, la historia y la cultura en general. Un capitel y una pila de agua bendita gótica, una viga de nogal mudéjar y una magnífica celosía, también, mudéjar pasarán, al finalizar esta exposición, a estar depositadas en el granadino barrio del Albaicín.
El propio Carlos Ballesta explica que esta muestra es una declaración de intenciones de la Fundación que lleva su nombre. «Queremos estar presentes de forma activa y viva en la ciudad de Granada, fomentar el interés por el patrimonio, mostrándolo en óptimas condiciones en una casa morisca de comienzos del siglo XVI, y de este modo formar en el respeto por la cultura y la identidad a las jóvenes generaciones. «Solo se ama lo que se conoce», esta es la máxima de su fundación.
En este sentido también se pronuncia Poli Servián, responsable de Fundación Caja Rural Granada, destacando «la responsabilidad de descubrir para las nuevas generaciones la cultura de otras épocas y de concienciarlas sobre la importancia de cuidar nuestra herencia».