¡¡Guadalquivir o LIBERTAD!!
Ni Madrid, ni Málaga, ni Murcia, ni Sevilla, ni nadie, tienen nada que opinar en el Ayuntamiento de Granada, salvo los granadinos.
No se lo vamos a consentir, nos jugamos nuestro futuro y el de nuestros hijos. ¿El tahurismo ha llegado a Granada para quedarse?
El bochornoso espectáculo que están dando los concejales del consistorio granadino lo han provocado, tanto la desmedida ambición personal de cada uno de ellos, cuanto la larga mano de las direcciones provinciales, regionales y estatales de las multinacionales de la política (PP, C’S y VOX, en este caso), que sólo prestan atención a sus intereses en otros territorios, y abandonan a Granada.
No queda más remedio que recordar a todos los actores, que a la política se viene a servir, y no a servirse, que lo primero es el interés de los granadinos, y a renglón seguido el de las Instituciones, pues los políticos inevitablemente pasan (esperemos sea más pronto que tarde en este caso), pero el Consistorio permanece y permanecerá, debiendo quedar su imagen incólume.
Y digo actores, disculpas mediantes ante Sófocles, Eurípides y Aristófanes, pues el teatro bien desempeñado debe ser un modelo de la buena educación, capaz de inspirar en la juventud la mejor moral y las acciones más heroicas y gloriosas; por cuya razón todas las naciones cultas se han esmerado en perfeccionarlo, de tal modo que, se puede graduar la ilustración de una República (res publica), por la mayor o menor perfección del teatro.
En este maremágnum de insidias e intereses, de venganzas y traiciones propias del Gran Teatro, pero bochornosamente representadas y fuera de todos los cánones en el ágora carmelita por actores secundarios y mediocres, no le queda más remedio a la Sociedad Civil granadina que asumir la defensa de Granada, vilipendiada y maltratada por todos, sin excepción.
Primero fueron cuatro, ante el veto personal del candidato de VOX al candidato del PP, período asumido por todos en el Salón de Plenos del Ayuntamiento y consensuado en todos los territorios -vergüenza para Granada-, luego fue el 2 + 2 solo para el concejal hoy no adscrito y anterior todopoderoso jefe del PP (diagnóstico: urnitis aguda), y ahora 2 + 2 para todos los que afirmaron y acogieron con la vehemencia neófita de los conversos el cuatro, excepto para el candidato de C’S que sigue en sus 13, pues no rubricó la servilleta de bar que le puso a la firma el otrora poderoso concejal, en un céntrico hotel de Granada.
Hoy es cero, los concejales de un partido que aspira a gobernar España han dejado tirado al alcalde que eligieron para cuatro años, cero patatero, han hecho dejadez de funciones y han provocado la muerte -civilitismortuus-de la Corporación. Han dejado a los granadinos en la estacada. Que les sea concedido el doble de lo que han dado!!!. Dos por cero igual a cero.
Uno no se va, el otro a Motril a ponerse moreno, y en San Telmo haciendo encuestas y quinielas para ver cuándo convocan elecciones autonómicas, y terminan de enterrar a ciudadanos. ¡¡AY MI GRANADA!!
Si al final alguien consigue levantar el embovedado, descubriremos que por el Convento del Carmen no pasa el Darro, sino el caudaloso GRAN RÍO Mississippi.
El legendario tahúr inmortalizado por el cine proliferó en los barcos de vapor que hacían la ruta desde Saint Louis hasta Nueva Orleans, pasando por Granada, es decir, todo el recorrido del GRAN RÍO Mississippi a través de la granatensisterrarrum.
Al principio el tahúr era expulsado de estos barcos, más tarde fue tolerado siempre y cuando fuera discreto y no creara problemas. Si era descubierto, no había piedad con él, era arrojado por la borda o emplumado.
Cuando se incrementaron el número de barcos y el de viajeros, su riqueza, el negocio del tahúr, adquirió grandes proporciones. Sólo entonces tomaron conciencia las compañías navales del negocio que suponía la presencia del tahúr a bordo, establecieron alianzas con ellos y se convirtieron en cómplices. A tal punto llegó la simbiosis entre ambos que se dio la vuelta a la situación inicial, si un pasajero sospechaba o se quejaba del tahúr, era ignorado o silenciado por la misma tripulación, si persistía en su actitud, con suerte podía ser arrojado por la borda, ya que lo normal era silenciarlo a base de colt. Ni que decir tiene que, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia
Parafraseando a nuestro insigne greñúo, Carlos Cano, puedo afirmar sin temor a equivocarme que, acontecido mi natalicio en el Paseo de los Tristes, nací en Nueva Orleans, provincia de Granada.
*Antonio Parejo es abogado