Elsa Bhör presenta «Tirar de una idea», un Ep en el que vuelven a navegar con las músicas del mundo

• Por el nombre podrían pasar por ser una banda mezcla entre nórdica y sudamericana, pero no, son de Granada, y se pronuncia «El sabor», caliente, azucarado, rítmico y con muy buen rollo, tanto en los escenarios como fuera de ellos. Elsa Bhör, presenta Ep mañana en el Teatro José Tamayo de la Chana. Para sacar este trabajo,  la banda se ha sumergido en la búsqueda de un sonido colorista, pleno y rico en matices. Es un trabajo que se podría ubicar claramente en el catálogo de las llamadas Músicas del mundo. «Tirar de una idea» es el cuarto álbum de la banda más «populosa» y callejera de Granada.

¿De qué va «Tirar de una idea», el tema que da nombre al disco?

Trata sobre el proceso de generar algo y de cómo una creación siempre bebe de otra creación. Trata de contar que como especie humana todos somos muchas cosas, todos participamos de las experiencias de vivir en este mundo y que es difícil encontrar al primero que hizo algo puro, de la nada. Siempre hay inspiración, lectura y asimilación de lo que otros han hecho antes. Es un reconocimiento y un agradecimiento a las obras que nos inspiran y nos hacen avanzar. Con el disco también pasa eso, somos el eterno tirar de una idea, de esa idea de la que tiras hasta completar una estrofa, una canción o un disco.

«Entre calle Elvira y Gran vía» es uno de los temas que también se estrena en este disco, ¿por dónde tiran ustedes por arriba o por abajo?

Nosotros somos del movimiento y del cambio. La canción habla de eso, de que aunque haya muchas dudas sobre elegir un camino u otro, al final la verdad está en moverse, en buscar. Pero sí, somos más de Calle Elvira, que aunque parezca lo contrario, es por arriba.

Nos sean tímidos y vendan los otros dos temas restantes del EP.

Preguntando es un tema escrito en décimas que trata sobre la necesidad de dudar para avanzar. Tiene una onda brasileña y un sonido muy colorista.

Palomita es un homenaje a Violeta Parra. Es su canción “Porque los pobres no tienen” pasada por el filtro de Elsa Bhör. Es el tema más enérgico del disco, empieza con una guitarra tímida pero crece hasta desembocar en un torrente de música, necesario para transmitir el mensaje con energía pero sin perder las formas. Es un tema necesario porque habla del peligro de creer sin pensar y de cómo el poder se aprovecha de eso, casi siempre en nuestra contra.

¿Esta grabación es fruto del confinamiento?, ¿se nota en el resultado final?

Esta grabación iba a ser publicada en mayo de 2020, pero ya todos sabemos lo que pasó y por qué no se pudo hacer. Durante el confinamiento hemos aprovechado para pulir cosas y poder presentarla en cuanto pudiéramos. Ha pasado un año pero estamos contentos con presentarla ahora. El resultado final claro que se ha visto alterado, se ha hecho a fuego lento, y hemos tenido el tiempo para ver cómo maduraban los temas. Es un buen momento para que salga, justo ahora.

¿Qué van a encontrar sus seguidores en el concierto del próximo día 18?

Pues se van a encontrar con cosas casi de toda la vida y a la vez con cosas muy nuevas. Estamos preparando un concierto bastante diferente a lo que se espera la gente que solo conozca la banda de oídas. En la línea de los últimos conciertos que hicimos en la Taberna JJ, antes de la pandemia. Tocaremos el disco entero, habrá canciones nuevas y también algunas de las de siempre. Va a ser un reencuentro bonito y estamos trabajando con cariño cada canción y cada arreglo que hacemos. Se encontrarán alegría, energía y emoción.

Ustedes tocan varios palos musicalmente hablando, ¿dónde han querido llegar con esta nueva grabación?

Nos influyen muchas músicas y pretendemos que eso se note, pero filtrándolo a través de nuestro prisma particular. Tratamos de tocar las músicas que nos gustan, las que escuchamos, siempre desde el respeto y sin querer darle a la gente gato por liebre. Con la grabación no tenemos más pretensión que dejar registradas unas canciones con una forma concreta, el momento en el que nos encontramos musicalmente. Pensamos que una grabación es eso, una foto del momento en el que te encuentras, en este caso a nivel musical. La diferencia es que cuando ves fotos tuyas de hace unos años te sueles ver más guapo y más joven y con las grabaciones pasa al revés.

Elsa Bhör es un grupo de la calle, ¿qué encuentran en ella que tanto les tira?

Empezamos por lo malo para acabar en lo bueno: En la calle encontramos mucho rechazo por parte de las autoridades. Mucha incomprensión por parte de la policía. Hay que decirlo. Muchas multas y mucho castigo. Elsa Bhör en la calle era un buen proyecto, y costaba muchísimo trabajo mantenerlo porque no es fácil mantener ese nivel de compromiso. Pero las instituciones nos trataron mal.

Por otro lado, en la calle pasan cosas que no pasan en ningún otro sitio. Hacer música ahí para quien pase y se quiera parar a escucharla es una experiencia maravillosa, porque siempre recibes más de lo que das. Es un estímulo. Hay que conectar con el público de una forma mucho más espontánea porque sabes que la conexión que hay es muy frágil. Eso es maravilloso. Y los que lo hemos disfrutado lo atesoramos con un cariño especial. Ojalá volvamos sin que nadie nos amenace con castigos por ello.

Por la banda han pasado multitud de músicos en estos 10 años de trayectoria y todos tan amigos, ¿han hecho cuentas…tan buen rollo tienen ustedes?

Nosotros tenemos muy buen rollo sí. Jajaja. Es verdad que han pasado muchísimos músicos por la banda y eso enriquece la música. Es fantástico haber tocado con tanta gente. Conservamos muy buena relación con casi todos, claro. Uno de nuestros sueños como banda es juntar a todos los que hemos pasado por aquí y hacer un concierto, un festival, un circo… ¡Qué sabemos!

El gran persusionista Zeque Olmo ya está abonado al grupo, ¿qué aporta en este EP?.

Buah. El Zeke es enorme. Tiene un lenguaje y una cantidad de recursos que hace que la música sea grande y rica. Estamos muy contentos de que haya participado en el disco y en el concierto porque aporta una riqueza y una energía que hay que escuchar, no se puede describir.

Después de un año sin subir a un escenario o tocar en una plaza, ¿han hecho terapia para el reencuentro con su público?

Jeje. La terapia va a ser el reencuentro mismo. Somos un grupo que estaba acostumbrado a tocar bastante a menudo y de repente este parón ha sido complejo. Nos han pasado muchas cosas en este tiempo, también a nivel personal y por eso, la terapia va a ser salir al escenario y tocar otra vez. Esperamos que la gente que venga se llene de esta energía y que sea un encuentro bonito.

¿Quieren hablar de la pandemia y de las fatiguitas de los músicos en este tiempo?

Queremos decir que cuesta 10 veces más hacer un concierto ahora que antes. Requiere un esfuerzo mucho mayor. Nos gustaría decirle a la gente que se haga eco de esto y que participen de la música en directo porque hay gente que lo está pasando realmente mal.

Llevan más de 10 años en la carretera, ¿recuerdan el concierto más «apretado» de gente?

Hemos visto buenas aglomeraciones de gente, sí. Algo que ahora es impensable. La Booga con gente sin entrar, los conciertos en el Meneíllo de Acción en Red, o una chozna de las fiestas de Bilbao son buenos ejemplos. Por supuesto, Plaza Nueva a reventar de gente con nuestros amplis de calle… Ay…

¿Saben que mañana, en el teatro donde tocan el público estará sentado y separado por un metro de distancia, algún consejo?

Que se ensayen unos pasos de baile en la silla porque falta les harán. Y lo del metro de distancia lo salvaremos con música que lo inunde todo.