El PSOE anuncia contactos para plantear una moción de censura si el alcalde no dimite en 72 horas
El portavoz del grupo del PSOE en el Ayuntamiento de Granada y exalcalde de la ciudad, Francisco Cuenca, ha anunciado el inicio de contactos para recabar apoyos para presentar una moción de censura si en 72 horas no dimite el regidor granadino, Luis Salvador, que gobierna en minoría con su teniente de alcalde, José Antonio Huertas, edil de Cs.
En rueda de prensa, en la que ha mostrado el documento para registrar la moción de censura con las diez firmas de los ediles socialistas, que son la lista mayoritaria en el Pleno municipal, Francisco Cuenca, que ha comparecido acompañado de todos los corporativos de su grupo, ha indicado que su propósito es iniciar las conversaciones con el PP, sin descartar «ninguna fórmula» ante una situación «tan inédita».
A partir de ahí, continuaría con todos los grupos, a excepción de Vox, y con los concejales no adscritos, en una situación que «requiere de altura de miras» en orden a «propiciar» un «acuerdo para desalojar al señor Salvador» con «los concejales que de verdad quieran a Granada» y con base en «ideas», «proyectos» y «soluciones».
El PSOE parte en este contexto como lista más votada con «un plus de responsabilidad», ha explicado Cuenca, quien, a preguntas de los periodistas sobre la situación de los no adscritos, ha señalado que «si en vez de cuatro» hay más apoyos a su propuesta de moción será «mejor para la ciudad».
Preguntado por si los no adscritos, entre los que está el ex presidente provincial del PP, Sebastián Pérez, que abandonó su formación en mayo pasado, se pueden considerar tránsfugas, se ha remitido al informe técnico jurídico encargado por su formación para ver «quién está en el marco de la ley actual en posible transfuguismo».
Sobre si la participación de los dos que proceden del grupo de Cs, Manuel Olivares y Lucía Garrido, ha señalado que sería el primero y no la segunda, que concurrió como independiente, el único que tiene «limitaciones» y obligaría, si participara en la propuesta de moción, a sumar un apoyo más de los 14 que, como mayoría absoluta del Pleno, marca la ley como necesarios.
Según el informe jurídico encargado por el PSOE, consultado por Europa Press, la doctrina para la mayoría reforzada para la presentación de una moción de censura ha evolucionado partiendo de que lo que marca la ley electoral es que hay que «sumar un proponente por cada concejal suscriptor de la moción que al momento de
presentarla formara o hubiera formado parte del grupo político municipal del alcalde o hubiera abandonado el grupo político al que estuviese adscrito al inicio de su mandato».
En cualquier caso, ha incidido en que la vía más rápida para ir a un Pleno de investidura que permitiera un nuevo equipo de gobierno «en no más de diez días» sería la dimisión del alcalde para lo que ha pedido responsabilidad en el ámbito nacional a Cs, si bien ha dejado claro que el PSOE afronta la resolución de esta crisis en el ámbito municipal.
En el Ayuntamiento, la situación «ha saltado por los aires», ha indicado Cuenca al comienzo de una intervención en que ha responsabilizado al PP de la misma por haber formado parte del «pacto de los trapos sucios» como ha denominado al que sirvió para constituir gobierno local tras la investidura de Salvador como alcalde en junio de 2019.
«El PP fue el que nos metió en el lío» y sus ediles «han traicionado y han dejado tirada a esta ciudad» tras dejar sus responsabilidades en el equipo de gobierno local, derivando todo ello en «la peor crisis desde el punto de vista institucional democrática», ha mantenido Cuenca, que posteriormente ha señalado a estos ediles que, «si les queda algo de dignidad y respeto a Granada, tienen la oportunidad de demostrarlo» en las negociaciones que ha planteado para firmar la moción de censura contra Salvador.
Ha afeado que de momento estén «en la barrera a tirarle al muñeco, como si ellos no tuvieran nada que ver», mientras que al resto de grupos y ediles les ha pedido que «asuman su responsabilidad». De Cs, ha matizado que «si les queda algo de respeto y dignidad», que su grupo tiene sus «dudas», deberían «dar un paso atrás».