La UGR invita a reflexionar sobre las consecuencias psicosociales en contextos de recesión económica
El mensaje saludable por un objetivo común del mes de julio tiene en cuenta esta problemática agravada por la crisis del covid-19
La UGR impulsa, dentro de la segunda edición de la iniciativa «Un mensaje saludable por un objetivo común», la campaña que en este mes de julio invita a reflexionar sobre el impacto del contexto generado por la covid-19 en el bienestar psicosocial. La acción se enmarca en las actividades de la Red Española de Universidades Promotoras de Salud (REUPS).
Inmaculada Valor Segura, profesora de la UGR, analiza esta perspectiva. Doctora en Psicología en el Departamento de Psicología Social de la Universidad de Granada y experta en criminología, pertenece al grupo de investigación HUM 289 Discriminación y Estigma: Aspectos Psicosociales, y es autora de un amplio número de publicaciones, además de participante en diversidad de eventos científicos con carácter nacional e internacional.
Una de sus líneas centrales de investigación analiza el impacto de realidades macrosociales (clase social y crisis económica) en aspectos emocionales y sociales. La doctora es Co-IP junto a Miguel Moya Morales (catedrático del Departamento de Psicología Social) de proyectos I+D destinados al análisis de la clase social y la crisis económica en diferentes procesos psicosociales. Recientemente les ha sido concedido el proyecto “Clase social y crisis económica/sanitaria: consecuencias interpersonales y sociopolíticas” (Ref. PID2020-114464RB-100).
Estudio
En España, el número de personas entre las que ha empeorado la situación económica y que están en riesgo de pobreza ha aumentado en los últimos años. Durante la crisis económica de 2008, el número de desempleados pasó del 8.57% en 2007 al 16.55% en 2018, según la Encuesta de Población Activa. Paralelamente, la tasa de riesgo de pobreza aumentó del 24% en 2008 al 28.6% en 2015, según el INE. A partir de 2015, la situación comenzó a mejorar. “No obstante, la pandemia del covid-19 amenaza con destruir dicha recuperación y proyecta un futuro incierto y negativo. No solo las consecuencias son a nivel económico, sino que la Organización Mundial de la Salud ha vinculado la recesión económica con un alarmante deterioro de la salud mental, y ha relacionado el desempleo con la infelicidad, el estrés, la ansiedad, la depresión, el consumo abusivo de alcohol y mayores tasas de suicidio”, explica Valor Segura.
Desde el Grupo de Investigación Discriminación y Estigma: Aspectos Psicosociales de Trabajo, han analizado las consecuencias de la crisis económica en diferentes características psicosociales, como son la confianza, la incertidumbre, la salud o el bienestar.
La confianza
La confianza es una motivación que consiste en la necesidad de ver a las demás personas como básicamente buenas y benignas. “La confianza es importante para las relaciones interpersonales e intergrupales porque el hecho de que las personas confíen unas en otras determina si cooperar -o no- con los demás”, explica la profesora. La confianza no solo es beneficiosa para quien la recibe, sino también para quien la mantiene, relacionándose positivamente con la salud, bienestar subjetivo, felicidad y satisfacción con la vida (Hamamura, Li y Chan, 2017).
En situaciones de crisis, la confianza es esencial, pues cobra toda su importancia en contextos de incertidumbre social (Sato et al., 2018). En los estudios realizados con población española por parte del Grupo de Investigación Discriminación y Estigma: Aspectos Psicosociales, se ha observado que cuanto mayores eran los efectos sobre la persona de la crisis económica, menor era la confianza generalizada (confiar en personas desconocidas) y mayor la confianza interpersonal (confiar solo en quién se conoce personalmente) y endogrupal despersonalizada (confiar en aquellas personas que no conocemos personalmente pero que forman parte de nuestra misma clase social) (Navarro-Carrillo et al., 2018).
Incertidumbre emocional
Las personas tienen la necesidad de predecir lo que sucederá a su alrededor. La incertidumbre emocional hace referencia a los sentimientos de angustia y ansiedad derivados de experimentar eventos personales inciertos (Greco y Roger, 2003). La incertidumbre es un aspecto inherente a la vida, ya que cada día se afronta una amplia gama de situaciones inciertas. Sin embargo, “el contexto de inestabilidad económica y sanitaria en que las personas están inmersas en la actualidad implica unos niveles de incertidumbre sin precedentes. En nuestras investigaciones, hemos observado que los sentimientos de incertidumbre personal generada por el contexto de recesión económica tienen un impacto negativo en el bienestar y la salud”, explica la profesora Inmaculada Valor.
Salud y Bienestar
Una de las áreas que mayormente ha impactado la crisis económica ha sido la salud. De manera específica, el estudio ha analizado las graves consecuencias a nivel psicológico, especialmente para el bienestar subjetivo y salud de las personas afectadas. Los resultados de las investigaciones han mostrado que las personas que se sintieron más afectadas por la crisis económica tuvieron una menor satisfacción con la vida y menor salud percibida y eran menos felices (Navarro-Carrillo et al., 2019).
Investigaciones recientes han corroborado el deterioro del funcionamiento psicológico debido al covid-19; por ejemplo, después de la declaración del brote pandémico, se observó un aumento significativo en los niveles de ansiedad y depresión, así como una disminución de la satisfacción de la vida y la felicidad (Li et al., 2020).
Los siguientes retos de investigación consistirán en seguir profundizando en el análisis del impacto psicosocial de las consecuencias económicas y sanitarias del COVID-19, formalmente caracterizada como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020, y que es, con mucho, uno de los desafíos más importantes que ha encontrado la ciudadanía de las sociedades actuales.