Descubren los restos de un nuevo patio columnado en la Villa Romana de Salar
El Ayuntamiento de Salar, en el Poniente de Granada, ha concluido la sexta fase de su campaña de excavaciones en su Villa Romana, en la que este verano, durante el mes de agosto, han trabajado una veintena de personas que han descubierto restos de las columnas que rodeaban un patio de la zona urbana de este enclave, en el que también han avanzado en la restauración de una vasija incrustada en otro punto del yacimiento.
Así lo ha resumido a Europa Press el alcalde de Salar, Armando Moya, después de que, este pasado viernes y tras la conclusión de esta fase de las excavaciones, los expertos presentaran los resultados de sus trabajos, que está previsto puedan continuarse con base en un proyecto financiado por el 1,5 por ciento cultural del Ministerio de Transportes, cuya resolución está pendiente, y, en cualquier caso, el próximo verano con financiación municipal.
Los trabajos de este verano, presupuestados en unos 25.000 euros, incluidos fondos municipales y 7.000 con los que ha colaborado la Fundación Caja Rural de Granada para las excavaciones, han aportado nuevos datos de este yacimiento con restos fechados entre los siglos IV y V después de Cristo, bajo dirección del arqueólogo Julio Román.
El nuevo peristilo con la base de cuatro columnas y restos de muros apunta al acceso a un segundo patio dentro de la zona urbana, diferenciada de la rústica de almacén o viviendas de esclavos, si bien está «por determinar cuál era la utilidad de este edificio», lo cual será uno de los objetivos de las tareas en laboratorio que siguen a estos trabajos de campo.
Esta zona está, según ha detallado Moya, a unos 20 metros del área donde en 2020 aparecía la figura de otro aristócrata, un jinete que es atacado por una leona, en el mosaico de caza en el que el verano de 2019 ya apareció la representación del que se consideró ‘dominus’ de la finca.
El patio columnado da «más grandiosidad al edificio», ha resaltado el alcalde, quien se ha congratulado del trabajo llevado a cabo este verano por este equipo de unas 20 personas, incluyendo voluntarios, en el marco de un proyecto que es ya motor de desarrollo socioeconómico para Salar por la afluencia turística que conllevan sus visitas.