La Junta atiende a más de 100 menores en el Servicio de Mediación Penal durante 2020
El Servicio de Mediación Penal de la Delegación Territorial de Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta en Granada atendió durante el año pasado a un total de 100 menores y a 42 víctimas, una cifra «ligeramente más baja a la de otros años debido a la pandemia».
«El grado de satisfacción es del cien por cien tanto entre los jóvenes infractores como en las víctimas», ha destacado el delegado territorial, Enrique Barchino, en el transcurso de una visita a las instalaciones donde se lleva a cabo esta opción de resolución de conflictos alternativa a la vía judicial.
El delegado ha podido conocer de primera mano la labor que desarrollan los profesionales que trabajan en este servicio y ha incidido en que «una de las apuestas de la Consejería de Juan Marín es fomentar esta vía alternativa de resolución de conflictos, que tan arraigada está en el Sistema de Justicia Juvenil y que tan buenos resultados da».
En Granada, este servicio está gestionado por la Asociación Imeris desde diciembre de 2007, y es una de las alternativas presentes en la Ley de Responsabilidad Penal del Menor que cuenta con un mayor carácter educativo y rehabilitador para los menores que cometen algún tipo de delito leve. De hecho sigue un modelo de carácter restaurativo. Se trata de un proceso voluntario de resolución de conflictos entre dos o más partes (el joven o jóvenes de entre 14 y 18 años que haya cometido el delito, así como la propia víctima y la comunidad en general).
«Desde el Servicio de Mediación Penal se pone el énfasis en la generación de respuestas que permitan el encuentro entre el ofensor y la persona perjudicada, la búsqueda activa de soluciones entre ambos, la reparación real y satisfactoria, así como la reinserción social del victimario», ha destacado el delegado.
Este proceso implica la responsabilización del menor de sus propias conductas y la búsqueda activa de soluciones reparando a la víctima a través de una actividad en su beneficio; pero a la vez en todo este proceso la persona perjudicada adquiere un protagonismo fundamental. Este proceso se lleva a cabo a través de dos programas.
Por un lado, la Mediación Penal para aquellos casos en los que hay una parte perjudicada y voluntariamente desea participar en el proceso de forma directa o indirecta; y la llamada Solución Extrajudicial, desarrollada en los casos en los que no hay una parte perjudicada identificada o, si la hay, ésta no desea participar en el proceso.
Para dar respuesta a los procesos de Solución Extrajudicial y a las actividades formativo-educativas acordadas dentro del proceso de Mediación Penal, se llevan a cabo una serie de programas específicos: Seguridad Vial y Prevención de Accidentes, Sexting; Internet seguro y saludable; Mejorando relaciones; Buenos tratos; Acoso Escolar y Creando Comunidades.
Además, con objeto de mejorar y completar la atención desde el Servicio de Mediación Penal de Menores, se lleva a cabo un Programa de Atención a la Víctima, de participación voluntaria, donde se le proporciona el apoyo necesario para afrontar los procesos restaurativos en los que decidan participar, así como asesoramiento y acompañamiento a recursos específicos en base a las necesidades.
Centro de día
Igualmente, el delegado territorial también ha visitado las instalaciones del Centro de Día (IMERIS), un espacio educativo que depende de la Delegación Territorial de Regeneración, Justicia y Administración Local para menores que se encuentran cumpliendo una medida judicial.
«Los jóvenes asisten para realizar actividades de carácter socio-educativo englobadas en tres áreas de intervención: escolar, laboral y ocio», ha asegurado Barchino. En este recurso, complementario al resto de los que conforman el Sistema de Justicia Juvenil, fueron atendidos durante el año 2020 un total de 166 menores infractores.
El objetivo es que los jóvenes que acuden al Centro, desarrollen o mejoren aquellas capacidades y competencias que les permitan una real y mejor integración en la sociedad, reduciendo los factores de riesgo que propiciaron la comisión de un acto delictivo. Además, «se les ofrece un lugar para el aprendizaje y la convivencia, no solo a través de la participación en los talleres y actividades ofertadas, sino también, en otras actividades y salidas culturales y de ocio, las colaboraciones con otras instituciones y entidades. Igualmente, se persigue asegurar una segunda oportunidad educativa a estos chicos a través de mejorar su adaptación a sus centros escolares y mejorar su nivel de estudios».
Por último, en el marco de un nuevo acuerdo de colaboración entre la Delegación Territorial de Regeneración, Justicia y Administración Local en Granada y la Delegación Territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo y Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad en Granada se desarrollan una serie de cursos en el Centro de FPE de Cartuja para ayudar a estos chicos a lograr una futuro laboral con una formación específica.