El colegio de las hijas de la mujer asesinada por su expareja activa un programa de atención psicológica
El Colegio Ave María San Isidro de Granada, en el que estudian las dos hijas de la mujer asesinada por su expareja el pasado viernes, ha realizado este lunes un homenaje a la víctima, Lorena Requena, en un acto también de apoyo a las dos pequeñas, y ha informado de la puesta en marcha de un programa de atención psicológica y gestión emocional para ella y el resto de la comunidad educativa del centro, que está «conmocionada» por este suceso.
Con la presencia de todo el claustro de profesores y casi 400 alumnos, se ha celebrado este acto de repulsa y memoria; desde Infantil a Secundaria han elaborado un mural de mariposas moradas, como símbolo de la violencia ejercida a los hijos a través de la mujer y «como elemento transformador para nuestra sociedad», según indica el centro en un comunicado.
Asimismo, se ha guardado un minuto de silencio por la víctima, se ha rezado un responso y las banderas del colegio han quedado ondeando a media asta en señal de duelo. La directora del colegio, en nombre de toda la comunidad educativa del Ave María San Isidro, ha dirigido la lectura de un manifiesto donde se ha condenado el trágico suceso.
El equipo directivo, conjuntamente con el Departamento de Orientación, ha empezado a elaborar una estrategia de apoyo y acompañamiento en el duelo a las dos hijas de la víctima pero también de ayuda psicológica al resto de alumnos del centro, que viven en estos días de forma directa la lacra de la violencia machista.
La orientadora y psicóloga del centro, María José Gómez, confiesa que «un suceso de estas características tiene implicaciones psicológicas que van más allá de la propia víctima mortal, quedando afectados por la pérdida todo el ámbito familiar y laboral de la víctima y, por supuesto, el ámbito educativo al que acuden las hijas menores de edad de una mujer, en este caso, víctima mortal».
«Es una situación terrible a la que, como educadores, nos tenemos que enfrentar, para saber dar respuestas a nuestros alumnos y ayudar a gestionar emocionalmente a nuestras dos alumnas, víctimas de violencia de género, pero también a sus compañeros y al resto de miembros que forman la gran familia del Ave María San Isidro», ha señalado.