Perros de asistencia: Un faro fundamental
Cuando debatíamos la toma en consideración, en el Parlamento de Andalucía, de la Ley de Perros de Asistencia de Andalucía allá a finales de septiembre comencé con una frase de Leonardo Da Vinci que decía así: “La sabiduría es hija de la experiencia”.
Con esta frase hacía referencia a que cualquier texto normativo debe tener una enorme sabiduría basada en la experiencia, en este caso, de los colectivos de personas con discapacidad en general y de los colectivos con deficiencia visual en particular.
Este texto entró a la cámara autonómica con el ADN de los colectivos y, tras el debate y negociación de las enmiendas presentadas por los diferentes grupos parlamentarios, se ha enriquecido, se ha mejorado y se ha reforzado con las aportaciones de los agentes sociales manteniendo el ADN intacto de colectivos como ONCE, CERMI Andalucía, Asociación no sin mi perro guía, Cota Cero, Asoc. de usuarios de perros guía de Andalucía, Síndrome 22Q11, Fundación Antonio Guerrero, así como otros colectivos que han realizado aportaciones a fin de mejorar el texto.
Desde Unidas Podemos hemos escuchado a los colectivos y hemos trasladado una seria de mejoras en el texto plasmadas en 39 enmiendas que se han aceptado en su amplia mayoría. ¿Qué se ha mejorado con las enmiendas?
1. Clarificar y garantizar los lugares de acceso a los que tienen derecho acceder las personas usuarias de perros de asistencia.
2. Blindar el derecho de acceso y evitar su discriminación.
3. Garantizar que en los medios de transporte masivos exista un mínimo de un 10% de plazas para personas usuarias de perros de asistencia.
4. Aumento de la normativa de perros guía.
5. Articular medidas sobre los lugares de atención en los que estarán los perros de asistencia en parques de atracciones y acuáticos, así como el personal de asistencia del que dispondrían en el uso de estas instalaciones.
6. Aumento de las sanciones a quien vulnere el derecho de acceso a los lugares permitidos en esta ley.
7. Blindar los derechos del perro de asistencia cuando no puede seguir desempeñando las labores para las que estaba destinando, creando la figura del perro de asistencia jubilado.
Una propuesta que considerábamos fundamental era que las personas pendientes de la determinación del grado de discapacidad debían tener derecho al servicio de perro de asistencia mediante un certificado médico. Nos alegra enormemente que se haya tenido en cuenta y más cuando hay un atraso entre 18 y 24 meses para la finalización del proceso.
Ha sido un proceso muy positivo, enriquecedor, plural y permeable, tanto a nivel político como asociativo, donde la política, tan denostada por la opinión pública y por determinados partidos políticos, ha puesto su granito de arena para mejorar la vida tanto de las personas usuarias de los perros de asistencia como a los propios canes.
