El meollo del Metro
Al grano y sin rodeos. El meollo del debate de la ampliación del metro de Granada es dónde, por qué y para qué lo ampliamos, y sobre esas 3 cuestiones es de lo que hay que debatir. Seguramente quien tiene poco interés en debatir de verdad sobre el meollo (porque no sabe, no quiere o no le interesa) se escudará en la verborrea habitual de sí la consejera es educada y leal y el resto del mundo es desleal y quiere confrontar. Para así no entrar a hablar del fondo, que es lo que interesa a la ciudadanía. Algunos conocemos muy bien las estrategias de la derecha política respecto del metro, para que nos sorprendan a estas alturas estas infantiladas de salón, destinadas a perder el tiempo, además de a intentar hacerle una campañita (pre-electoral) a la citada consejera. Por eso, al grano.
En diciembre del año pasado (2021) se inició el periodo de Información Pública sobre el proyecto de ampliación del metro de Granada. Para que algunos conspicuos representantes, opinadores y exégetas del PP lo sepan, es el periodo en el que cualquier ciudadano, asociación o institución puede y debe opinar, criticar, proponer, contradecir, argumentar y ofrecer alternativas a lo planteado en el proyecto citado. Con el objetivo de alcanzar el mejor acuerdo, naturalmente. Con la finalidad de dar las mejores respuestas al «donde» «porque» y «para que» de la ampliación, sin la menor duda. Y sin que ejercer ese derecho pueda equipararse a ninguna muestra de deslealtad ni confrontación, también naturalmente.
El citado Proyecto de ampliación contempla 3 ámbitos. La prolongación Sur, que partiendo de Armilla se dirige a Churriana de la Vega, Las Gabias, Ogijares y Alhendin. La prolongación Centro que discurre entre la Caleta y Andrés Segovia en la capital. Y la prolongación Norte, de Albolote a Atarfe. Las 3 en superficie, por supuesto. Considera el estudio que los 3 ámbitos corresponden a las zonas con más núcleos urbanos o de población y con más desplazamientos diarios, pues los 10 municipios con mayor volumen de movimientos son Granada, Armilla, Maracena, La Zubia, Huetor Vega, Albolote, Las Gabias, Peligros, Churriana, Ogijares y Atarfe. De ellos, La Zubia, Huetor Vega, Ogijares y Peligros ofrecen un similar, incluso mayor, número de movimientos que otros municipios por los que ya discurre el metro, un dato a tener muy en cuenta.
Tras un detallado contraste de datos, cruces, variables, estudios de demanda y costes, rentabilidad social y económica, además de otros criterios, la opción más favorable, globalmente considerada es la ampliación Sur, por su sencillez y facilidad de implementación, costes y rentabilidad social y económica.
Respecto a la prolongación Centro, el estudio señala las afectaciones al tráfico que supondría la línea Parada Caleta-Av. Constitución- Gran Vía- Recogidas- Acera del Darro- Poeta Manuel de Góngora- Andrés Segovia-Parada Hípica, pues estas obligarían a canalizar por vías colindantes de reducida capacidad el citado tráfico (Elvira, San Jerónimo, Ángel Ganivet y San Matías). Y lo más impactante, habría de hacerlo garantizando niveles mínimos de servicio y no generando limitaciones en el acceso a zonas urbanas colindantes, además de obligando a una revisión del actual sistema de autobuses urbanos, que afectaría al 50% de movimientos actual de usuarios del sistema mencionado.
Conviene recordar que en los años 2013-2014 ya se hizo algo similar respecto al sistema de autobuses, para evitar la competencia con la célebre LAC. Que cada amable lector o lectora de estas reflexiones, saque sus propias conclusiones al respecto del éxito o rechazo que suscitó el sistema de trasbordos en zonas periféricas, o al éxito o rechazo que, en general, despertó en la ciudadanía, el sistema global en sí. Que para eso estamos en el periodo de Información Pública.
Por tanto, al meollo. Hablemos y dialoguemos al respecto de por donde se debe ampliar el Metro, que habrá de ser dónde más flujos de tráfico existan, y por tanto, dónde más interese eliminar vehículos privados de la circulación. Debatamos leal y abiertamente por qué debe ampliarse, a la vista del éxito de la Línea 1 y de la enorme aceptación ciudadana de un medio de transporte público, colectivo, sostenible y eficaz. Y expongamos y expliquemos para qué lo ampliamos, que debe ser para facilitar y no dificultar la vida de la gente, para hacer más cómoda y no más engorrosa la movilidad en la ciudad y en los municipios del Área metropolitana. Al mayor, y no al menor, número de gente posible.
Eso es lo que importa. La educación o la sonrisa de cualquier responsable público resulta indiferente al respecto de este debate, salvo, obviamente, para aduladores y meritorios, que poco tienen que aportar al fondo del asunto.
