Ideal ¿de Granada?

Me entero por la flamante Asociación de Periodistas de Granada, de que el buque insignia de la prensa granadina, el diario IDEAL, vuelve a hacer aguas, y lo hace como siempre a costa de los trabajadores, ya que los despidos y recortes de plantilla en los medios de comunicación, nunca suelen afectar a quienes los diseñan y ejecutan, cobrando por ello nóminas de cinco cifras mensuales.

Desde ayer, el periódico que ustedes leen cada día y que desde hace 90 años (que se cumplirán el 8 de mayo) ha llegado puntual a los kioskos de Granada, durante la República, la Dictadura, la Transición y la Democracia, es un poco menos granadino. Me atrevería a decir que bastante menos, ya que si bien los contenidos lo siguen siendo, no sabemos aún por cuanto tiempo, el continente, o sea el periódico como objeto físico, ya no es un producto «made in Granada», ya que los hombres de negro del Polígono de ASEGRA, han decidido cargarse de un plumazo la rotativa, elemento simbólico y nuclear de todo periódico que se precie, y con ella los nueve puestos de trabajo directos y más de veinte indirectos que cada día imprimían y distribuían los ejemplares del periódico… Desde el martes el periódico, ese que leen en casa, en el bar mientras desayunan, o en la cafetería mientras aguardan que llegue su cita, se hace en la todopoderosa Sevilla, esa ciudad cuyo centralismo, político y económico, tantas veces se ha denunciado desde las mismas páginas que ahora ya no se imprimen en Peligros, sino a la vera de la Torre del Oro.

La Junta Directiva de la Asociación de Periodistas de Granada ha decidido mostrar su más enérgica protesta, por el anuncio del grupo de comunicación Vocento de cerrar la rotativa del diario Ideal. El colectivo profesional de los periodistas granadinos ha lamentado públicamente la decisión de Vocento, empresa a la que pertenece el diario IDEAL, y la manera de como se ha llevado a cabo, toda vez que los trabajadores ni siquiera han sido avisados de sus despidos con los quince días de antelación reglamentarios.

Pero es que además, la empresa ha incumplido el compromiso adquirido con los trabajadores, según el cual no se producirían despidos a cambio de que aceptaran una considerable rebaja salarial y la pérdida de una paga extraordinaria. A dicho incumplimiento por parte de VOCENTO, algo que los trabajadores no comprenden, habría que añadir el hecho de que no hay razones económicas que justifiquen una decisión tan drástica y lesiva para un sector tan castigado para el empleo, como es el de los medios de comunicación, toda vez que el grupo no tiene pérdidas en Granada, en buena medida gracias a la confianza de esta tierra y a las generosas campañas publicitarias de instituciones públicas, que quizás deberían ser más exigentes a la hora de exigir el mantenimiento del empleo, en aquellos medios a los que destinan el dinero de todos.

Granada se queda así sin periódicos con rotativa propia, como nos hemos ido quedando sin tantas cosas que eran consustanciales a esta ciudad y la hacían relevante en el conjunto de Andalucía y de España. Poco a poco hemos ido perdiendo esos referentes, ante la abulia y la indiferencia de la sociedad granadina. Aunque pueda parecerlo, la injustificable decisión de IDEAL, no es una cuestión menor, porque es un paso más hacia la irrelevancia de esta ciudad, en este caso en el escenario mediático, cuando no hace tantos años, esta ciudad podía mirar de tú a tú a Sevilla, tanto por la calidad de sus profesionales, como por la cantidad y categoría de sus medios.

Primero fue Patria, que al contrario de otros periódicos de la llamada prensa del Movimiento, se cerró sin dar opción a que pudiera seguir editándose; después Diario de Granada, uno de los mejores periódicos que nació en la España de los 80 y que murió por la mala cabeza del progresismo de esta ciudad; más adelante Granada 2000; La Opinión, que bajo la excusa de un periódico escondió una escandalosa operación especulativa; Localia y los informativos de Radio Granada, desmantelados por los Machado, padre e hijo, exponentes de lo peor del empresariado granadino en el mundo de la comunicación y ahora, mientras asistimos a la agonía permanente de Granada Hoy, el Grupo Vocento asesta esta puñalada trapera al periodismo granadino cerrando su rotativa.

Y mucho ojito, porque la operación del cierre de talleres y de llevarse la edición del periódico a Sevilla, podría llegar aparejada la desaparición, a medio plazo, de la edición impresa de Ideal, que según las malas lenguas, solo estaría en los kioskos los fines de semana, mientras que el resto de la semana solo podría leerse en su edición digital.

Tampoco deberíamos despistarnos de la «jugosa» operación económica, que el cierre de la rotativa lleva aparejada y que pasaría por la venta de las actuales instalaciones de IDEAL en el polígono de ASEGRA, la cual parece prácticamente cerrada y que se traduciría en una cantidad, más que jugosa, para la empresa editora y el traslado de la redacción a Granada, a unas instalaciones mucho más reducidas, para las que no descarten pudieran solicitar ayudas públicas.

Hace tan solo diez días, con motivo del patrón de los Periodistas, la Asociación de Periodistas de Granada reivindicaba, tanto a las empresas privadas, como al sector público, un esfuerzo por el mantenimiento del empleo de calidad, así como la imprescindible mejora de las condiciones sociolaborales de los profesionales, Haciendo un llamamiento, tanto a medios, como a instituciones, para erradicar la extrema precariedad laboral que padece esta profesión, porque el paro y el hambre son los mayores enemigos de la libertad de expresión y los aliados de la manipulación, la censura y las mentiras.

Añadía el colectivo profesional que eran conscientes de la crisis de ventas y de la caída de publicidad, asumiendo que las empresas buscan la rentabilidad, advirtiendo que el continuo adelgazamiento de las redacciones locales acaba con su principal fortaleza: la cercanía. Los medios que no disponen de profesionales suficientes para contar lo que ocurre en su área de influencia y exponen a su plantilla a una sobrecarga insoportable de trabajo, corren el riesgo de perder este contacto con su entorno y dejar de ser un referente para la ciudadanía.

En ese manifiesto, la Asociación de Periodistas de Granada, advertía que la precarización se está cronificando en un oficio que ahora, en la era de la desinformación, es más necesario que nunca y que los profesionales, con formación y experiencia, suelen ser a menudo, los primeros en ser damnificados en el recorte de gastos. Profesionales que además han demostrado su valía y redoblado esfuerzo durante lo más duro de la pandemia, y que siguen viendo impotentes como se eliminan sus puestos de trabajo.

Qué pocos días han sido necesarios para que los hechos, en este caso en el diario IDEAL, hayan dado la razón a ese manifiesto ¡Mucho ánimo compañeros!