Save The Children alerta sobre el «aumento» de la violencia de género entre adolescentes en Andalucía
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora cada 8 de marzo, Save the Children alerta sobre el «aumento» de la violencia de género entre adolescentes en Andalucía. Según datos de la Junta de Andalucía, en 2021 el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) atendió a través de sus programas de atención psicológica a 302 niñas y adolescentes de entre 14 y 17 años víctimas de violencia de género y violencia sexual, lo que supone un incremento del 15,7% con respecto al año anterior.
La ONG muestra así su preocupación sobre la «normalización» de la violencia de género y la repetición de los roles sexistas entre adolescentes. A nivel nacional, alerta de que de las más de 29.000 víctimas de violencia de género con medidas de protección y/o cautelares, registradas por el Instituto Nacional de Estadística en 2020, 514 eran menores de 18 años.
Apunta, a través de una nota de prensa, que en la comunidad andaluza, según datos del Observatorio de la Infancia de Andalucía (OIA), se han registrado en el último año 118 menores de edad con orden de protección o medidas cautelares por esta misma razón, lo que supone que del total nacional un 23% son niñas y adolescentes andaluzas.
En el informe ‘No es amor’, la organización analiza las políticas, estudios y datos existentes en España sobre violencia de género entre adolescentes. En él, advierte de que la violencia física no es sino «la punta del iceberg» del resto de violencias que sufren las niñas, las adolescentes y las mujeres, que tienen como base la desigualdad estructural que sufren.
En este sentido, la organización señala que las violencias simbólicas y estructurales se han trasladado también al ámbito digital. Así, asegura que las adolescentes expresan un mayor acoso sexual a través de las tecnologías, generándose nuevas formas de violencia que van más allá del ciberacoso o cibercontrol, como la cibermisoginia o ciberviolencia simbólica. La cibermisoginia abarcaría comentarios que buscan insultar a las mujeres tales como «las mujeres solo sirven para…» y la ciberviolencia simbólica sería la objetivización sexual de las mujeres.
«Desde edades tempranas, las niñas y los niños asumen e incorporan roles y estereotipos con el objetivo de encajar en el papel que la sociedad espera de ellos. Según estos estereotipos, ellas se socializan colocando el amor en el centro de sus vidas, asumiendo ser más dóciles y dulces. De ellos, por otro lado, se espera que sean más protectores, confundiendo actitudes de control con actitudes de protección», asegura el técnico de Incidencia Social y Políticas de Infancia de Save the Children en Andalucía Javier Cabrera.
Con la campaña #NoEsAmor, Save the Children pretende concienciar a los adolescentes desechando una serie de mitos respecto al amor y las relaciones románticas, que en los últimos tiempos se han denominado como «mito del amor romántico», que legitiman ciertas formas y conductas violentas dentro del ámbito de la pareja.
La organización también considera preocupantes los datos del último ‘Barómetro Juventud y Género’ de la Fundación FAD que señala que uno de cada cinco chicos de entre 15 y 29 años considera que la violencia de género no existe.
«Si bien hemos avanzado mucho a lo largo de los años, vemos que todavía queda mucho por construir y es una tarea más compleja cuando se cruza la violencia contra la infancia y la de género. El negacionismo de la violencia de género se ha extendido, tomando un mayor protagonismo. Si negamos las causas que provocan la violencia, se volverá mucho más difícil luchar contra ella», insiste Cabrera.
Otro de los temas que se abordan en el informe es el conocimiento real de la violencia de género entre adolescentes. Cabrera argumenta que «esta violencia, como tantas otras, se silencia y se oculta. Además, las adolescentes tienen menos experiencia y herramientas para identificar la violencia emocional o psicológica. Esto hace que un porcentaje muy pequeño de esta violencia sea denunciado».
«Por otro lado, las estadísticas oficiales no abarcan explícitamente a los adolescentes y las adolescentes: bien se quedan cortos (solo cuentan a partir de los 16 años), bien la horquilla abarca a mayores de edad (entre 14 y 20 años)», añade.
«Yo siempre asociaba la violencia de género como algo de muy adultos, la típica madre con hijos, y no me imaginaba que se pudiera dar también entre adolescentes, en personas como yo», asegura Carla, quien empezó a sufrirla cuando tenía 13 años.
Save the Children alerta que este tipo de violencia es doblemente grave porque tiene la vertiente de género y de edad. Por eso, «urge» a contribuir al empoderamiento de las niñas y a la formación a niños y niñas para que, desde edades tempranas, puedan entablar relaciones positivas, sanas, igualitarias y libres de violencia.
Save the Children pide que esta problemática se aborde desde las actuales herramientas legales con las que se cuenta en la comunidad, teniendo como principal la recientemente aprobada Ley de Infancia y Adolescencia andaluza. Una norma que ha supuesto el marco normativo necesario para desarrollar lo dispuesto en la pionera Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, aprobada este año.
«Necesitamos que la Ley de Infancia y Adolescencia andaluza despliegue todas sus medidas a nivel territorial, y contemple lo dispuesto en la normativa estatal. Para ello, se debe elaborar una Estrategia Andaluza de Erradicación de la Violencia contra la Infancia, que pueda dotar de medidas de prevención, la detención temprana y la atención integral», concluye Cabrera.
Entre las medidas «clave», Save the Children considera fundamentales para la lucha contra la violencia de género entre adolescentes la educación afectivo-sexual desde edades tempranas; el uso seguro y responsable de los entornos digitales; el desarrollo de recursos de atención integral con enfoque de infancia, adolescencia y de género; y las políticas de salvaguarda y protocolos de detección y actuación en escuelas con perspectiva de género.
También pide impulsar y reforzar los programas de reeducación para adolescentes agresores, establecer mecanismos de denuncia seguros confidenciales, desarrollar registros para la recopilación de datos específicos y, por último, adaptar el sistema judicial a las necesidades de la adolescencia.
De forma paralela al informe ‘No es amor’, Save the Children lanza también una guía ‘Coeducar en familia para ayudar a madres y padres a educar en igualdad’, así como un curso para padres y madres. También ha puesto en marcha una recogida de firmas para exigir al Gobierno de España que se invierta en prevención de la violencia en la adolescencia.