La Diputación de Granada deja en el aire los programas de refuerzo de los servicios sociales de las zonas más desfavorecidas de la provincia, según CGT

• EL sindicato denuncia el abandono que supondría para cientos de familias de seis localidades granadinas y la pérdida de hasta el 80 % del personal de Servicios Sociales

El sindicato CGT ha informado en un comunicado que la Diputada de Bienestar Olvido de la Rosa comunicó a la plantilla de los Programas Locales de Inclusión de la Diputación granadina sus dudas sobre la continuidad de los mismos a partir del 31 de agosto, fecha en que se finalizarían los contratos de más de cuarenta profesionales que llevan tres años realizando estas funciones relativas a los Servicios Sociales.

Según los datos de CGT, en algunas de las localidades donde se desarrollan estos programas se perdería más del 80 % de la plantilla que tiene el municipio para Servicios Sociales, lo que dejaría, según el comunicado del sindicato, a la población más vulnerable de la provincia atendida por la Diputación sin profesionales suficientes en Servicios Sociales y desatendidas después de tres años que habían supuesto un revulsivo en estas zonas desfavorecidas.

«Ni la Diputada de Bienestar Social, ni el Presidente de la Diputación, José Entrena, han comunicado cuál es el plan alternativo que proponen a partir del 1 de septiembre para atender tanta demanda social, más en los momentos de crisis pandémica, agravada ahora por las consecuencias de la guerra en Ucrania», según la organización sindical presente en la entidad local.

Los profesionales de los que habla la organización sindical son los pertenecientes al Plan Local de Inclusión en Zonas Desfavorecidas (PLIZD) que trabajan en las zonas más desfavorecidas de los municipios de Pinos Puente, Iznalloz, Atarfe, Huéscar, Guadix y Fuente Vaqueros, siendo puestos de trabajo social, psicología, educación social o auxiliares administrativos los que se verían afectados. Estos puestos, en la actualidad, están cofinanciados entre la Junta de Andalucía a través de fondos europeos al 80 % y la Diputación de Granada con fondos propios al 20 %, aproximadamente, y llevan con esta labor desde el año 2018 en que se inició el Programa.

La Junta de Andalucía comenzó a financiar estos programas locales para trabajar en zonas desfavorecidas hace más de treinta años y han ido llamándose de distintas formas y teniendo diferentes configuraciones financieras. En la actualidad, estos programas locales se encuentran dentro de la ERACIS, que es la manera en que la Junta de Andalucía consiguió financiación europea para continuar con el trabajo en estas zonas deprimidas de Granada y toda Andalucía. Los fondos europeos se acaban y la Junta de Andalucía ya ha anunciado que los programas no continuarán hasta que vuelva a haber financiación europea, que se prevé dentro de un año y medio o dos. La Diputación de Granada pone en una duda muy seria la continuidad de las decenas de profesionales afectadas directamente, pero que además no asegura que vuelva a presentarse a estas subvenciones para intervenir en zonas desfavorecidas.

Para CGT, resulta escandaloso que necesidades básicas y estructurales de las entidades locales sigan cubriéndose con programas temporales precarios que sufren siempre estos altibajos. Por eso, y siguiendo la línea desarrollada por el sindicato los últimos años, se han puesto varias demandas judiciales reclamando la estructuralidad de las plazas de estas trabajadoras, que aún están pendientes de juicio.

El sindicato ha instado en reuniones con la Diputación a no mirar para otro lado y asumir a estos profesionales como lo que son, según el sindicato, personal estructural de la Diputación. Así mismo, se ha preguntado en el comunicado enviado a los medios, ¿qué pasará con el dinero que venía aportando la Diputación para este Programa si finalmente no se continúa? ¿se reinvertirá en refuerzo de personal para Servicios Sociales? La cifra, según CGT, supera el millón de euros durante estos tres años.

Además, CGT opina que sería un escándalo abandonar a su suerte, de un día para otro, a las personas más desfavorecidas de la provincia, a municipios enteros que ya no tendrían herramientas para intervenir ante la exclusión y a más de cuarenta profesionales que han desarrollado un trabajo muy importante durante los últimos tres años.