19J: la suerte no está (del todo) echada

Cuando lean estas líneas, faltarán solo 72 horas para la trascendental cita  que los andaluces tenemos con las urnas y por más que los medios de comunicación y algunos partidos se lo repitan por activa y pasiva, la suerte no está echada y no lo estará hasta que cierren los colegios electorales el próximo domingo.

Suele ocurrir en todas las campañas electorales, pero no me negarán que, en esta de Andalucía, algunos candidatos y candidatas se están viniendo arriba, a la hora de insultar la inteligencia de la ciudadanía, a la que supuestamente esán pidiendo el voto.

Escucho con pasmo al principal responsable del adelanto electoral -porque a nadie se le olvide que si los andaluces vamos a tener que ir a votar a más de cuarenta grados, solo tiene un responsable que se llama Moreno Bonilla- lamentar ahora que el calor pueda ser un aliado de la abstención, o que el puente festivo del Corpus en Granada y Sevilla, pueda contribuir a que muchos andaluces huyan a las playas y por lo tanto lo hagan de las urnas.

La pregunta es ¿Cuándo se ha caído de un guindo el candidato a la reelección? porque debe ser el único andaluz que no sabe que el 19 de junio en esta tierra hace calor y que ese día, este año, se celebra el Corpus en dos de las ciudades más importantes de esta tierra. Fue Bonilla quien decidió esa fecha y ahora no valen falsas lamentaciones, porque hubiéramos podido ir a votar este otoño, sin fiestas ni canícula de por medio, si Juanma lo hubiera querido así.

Si semejante «lamento» ya entra dentro de la categoría de tomar por imbéciles a los andaluces, lo de que Moreno pida el voto a los votantes socialistas, para que de esta forma se le cierre el paso a Vox, es verdaderamente de aurora boreal. No sé si los spin doctors del PP estaban aquejados por un golpe de calor severo, cuando a algún lumbreras se le ocurrió semejante «chalaura»; claro que seguramente pensó que siempre se puede mejorar lo de pedir el voto a la vaca «Fadi», que tan bién le «funcionó» a Juanma hace cuatro años, por muy gilipollez que fuera, que lo fue.

Bonilla no ha escarmentado en la cabeza de Mañueco y puede meterse en un descalzaperros de proporciones bíblicas, porque Macarena no es el «pechofrío» de Gallardo y la trascendencia política de Andalucía, no es la de Castilla y León y ahora, aunque las encuestas le pronostiquen una victoria clara, también le dejan bastante alejado de la mayoría absoluta. Servidor no tiene ninguna duda de que a Bonilla no le va a temblar el pulso, a la hora de meter a Olona en su Gobierno, como no le tembló hace cuatro años, cuando fue el primero -que no se nos olvide- que metió a Vox en las instituciones y firmó con la ultraderecha el pacto de Gobierno que le ha permitido presidir Andalucía durante esos tres años y medio… Y desde entonces el PP ha elegido varias veces y siempre a acabado por unirse a Vox.

Si usted es de los que no quiere a Vox en el Gobierno, no se equivoque, no vote al PP, porque si Juanma la necesita, vamos a tener a Macarena hasta en la sopa. Lo de que «mis límites están en el Estatuto de Autonomía», que tanto está repitiendo Bonilla, es una milonga como el sombrero de un picador, así que si ustedes quieren a la ultraderecha fuera de san Telmo, lo tienen fácil, no los voten a ellos, pero tampoco lo hagan con quienes como el PP, han demostrado en reiteradas ocasiones, que si les hacen falta no van a dudarlo ni un instante, porque entre poder y principios, Juanma va a elegir siempre el poder, como ya hizo en la mismísima noche electoral de 2018.

Y no se me vengan abajo «almás de cántaro» que las encuesta las carga el diablo y sobre todo las ceban de euros, formaciones políticas, empresas editoras y empresas sin apellidos, que están encantados con Juanma y sus mariachis, que durante estos tres años y medio han regado de millones a la sanidad, la educación privadas y algunos medios de comunicación, como se puede comprobar en el incremento presupuestario dirigido a estos sectores en detrimento de los públicos.

No sé ustedes, pero el que suscribe está convcencido de que lo de las encuestas nos lo debemos hacer mirar en este país, porque con independencia de su utilidad como instrumento, no lo es menos que en los últimos tiempos, la demoscopia está actuando como un auténtico ariete  para erosionar determinadas posiciones políticas, fundamentalmente de la izquierda.

Estoy totalmente de acuerdo con el catedrático Juan Torres, en que el personal de izquierdas no tiene muchos motivos para desafiar la solanera y acercarse el domingo al colegio electoral, pero si hiciéramos eso le estaríamos haciendo el caldo gordo a las derechas, que son las más interesadas en que no vayamos a votar, ya les salió bien hace cuatro años y esperan que ahora ocurra lo mismo, con la cansina cantinela de que está todo el pescado vendido.

Quedarnos en casa es entregarle a la derecha la ejecución de la política económica, en unos momentos que se antojan bastante complicados. No ir a votar es darles carta  blanca para que repitan el austericidio de la crisis de 2007 que tanto daño provocó a este país. Obviamente nada que ver con la manera de afrontar la brutal crisis de la pandemia y la guerra de Ucrania que está llevando a cabo el Gobierno de izquierdas.

Si el domingo no acudimos a votar, daremos por buena la privatización de la sanidad, la educación y las pensiones públicas, algo que las derechas no ocultan que será su hoja de ruta. Por no hablar de la xenofobia, misoginia, y homofobia que con Vox llegaría de fábrica al gobierno andaluz… Lo peor de lo peor.

Por si no les parecen argumentos suficientes, no se olviden de quien apoya a quienes dan por hecho que ya han ganado, el señor obispo de Huelva, en su homilía de la romería del Rocío, pidió el voto de la ciudadanía para la derecha. El prelado  pide que los votantes  tengan en cuenta las afinidades o incompatibilidades de los principios morales católicos, entre los que espero no se encuentre la pederastia clerical, tan extendida en su gremio.

Sé que han existido en la política nacional, en la autonómica y en la local comportamientos incalificables de políticos de izquierdas. Y he de decir que dichos comportamientos me duelen más y me producen más rechazo que cuando se producen en la derecha; pero ese tampoco es un motivo para  tender puentes de plata a quienes no tienen tantos escrúpulos.

Si todo lo anterior no es suficiente para reactivar nuestro voto, les recuerdo no valen lamentos el lunes 20. Si Andalucía da mayoría de Gobierno a las derechas, sabiendo lo que sabemos, tendremos merecido todo lo que ocurra en esta tierra en los siguientes cuatro años.