¿Qué fue del periodismo?
El final del periodismo acarrea cambios que repercuten en la sociología, la psicología, la economía, la filosofía, las creencias, la convivencia y la disidencia.
El final de periodismo no tiene que ver sólo con Ferreras, Inda, La Sexta, Atresmedia, Griso, Ana Rosa, Mejide, Vallés y la larga nómina de personajes y escaparates que han hecho de la información un objeto de consumo.
Habrá quien diga que ya sufrió una crisis cuando el plástico cubrió la necesidad de envolver alimentos y el rollo de papel la de la higiene anal.
Habrá quien diga que fue víctima del auge veloz y apresurado de la radio y la televisión, cuando convirtieron la prisa en moneda de cambio para la transformación social.
Habrá quien achaque su declive a oscuras conspiraciones y contubernios reprobables urdidos por poderes arcanos y pérfidos nigromantes.
Habrá quien piense, con más o menos razón, que se disolvió como un azucarillo en el café humeante de la economía, como el humanismo o la religión.
Habrá quien niegue su ocaso aduciendo que muchos medios y profesionales manosean el vocablo para definir su labor.
Habrá quien afirme que en la posmodernidad hay más periodismo, más información y más comunicación que nunca gracias a Internet.
Se podrá discutir el momento preciso, las coordenadas históricas, el lugar concreto, hasta la persona o personas implicadas en su final, pero no que se ha acabado.
Sanseacabó.
¿A qué hora es el entierro?