Diciembre negro
Tras una discusión, después de una denuncia por malos tratos, tras un divorcio o luego del mero anuncio de una separación. En casa, en el trabajo, en el río. En la ciudad y también en los pueblos. En la calle, en garajes o en sus propias casas. Delante de sus hijos, amigos o a escondidas. Madres, hijas, hermanas, tías, abuelas. Empresarias, trabajadoras del hogar, camareras, actrices, maestras. Todas ellas compartían algo: eran mujeres y fueron asesinadas por el mero hecho de serlo.
Hasta en la mismísima cena de Nochebuena se abre paso esta lacra, como ocurrió el pasado sábado en la localidad granadina de Armilla, donde un hombre descerrajó varios disparos en el pecho a su pareja en presencia de sus cuatro hijos. La mujer de 29 años continúa estable dentro de la gravedad en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital granadino.
48 mujeres asesinadas por sus parejas en lo que llevamos de año, nueve de ellas en el mes de diciembre, lo que le convierte en el más letal del año; 400 denuncias presentadas cada día por maltrato y otras 40 por delitos sexuales, son datos absolutamente demoledores. En el 21 % de los asesinatos, constaban denuncias por maltrato contra los agresores. Después de perpetrarlos, 244 maltratadores se suicidaron –por lo que no podrán ser juzgados por sus crímenes– y otros 155 lo intentaron.
Como consecuencia de los asesinatos machistas, 365 niños y niñas han quedado huérfanos desde 2013. Además, desde ese año 48 menores han sido asesinados por sus padres o por las parejas o exparejas de sus madres en asesinatos vicarios.
Desde 2009, se han puesto en España 1,96 millones de denuncias por malos tratos en el ámbito de la pareja y se han dictado más de medio millón de órdenes de protección de las víctimas. El 016, teléfono de asesoramiento a las mujeres maltratadas, ha recibido más de 1,11 millones de llamadas desde que empezara a funcionar en 2007.
El Ministerio del Interior tiene registradas en «VioGén», el sistema de seguimiento policial a las víctimas de violencia de género, a 629.789 mujeres. En España se denuncian menos del 30 % de los casos y a 31 de octubre, los cuerpos policiales cuentan con 74.684 casos activos, casi la mitad de ellos de víctimas con hijos e hijas menores a su cargo.
Las distintas policías han detectado a 8.290 menores en situación de vulnerabilidad por vivir en un contexto de violencia de género y a otros 922 en riesgo de ser agredidos por las parejas o exparejas de sus madres. Según la Macroencuesta de Violencia sobre la Mujer del 2019, más de 1,68 millones de menores viven en hogares en los que sus madres son maltratadas.
Según el Consejo General del Poder Judicial, en 2021 se interpusieron 162.848 denuncias por violencia de género, o lo que es lo mismo 446 cada día del año, o 18 cada hora. Ese año se dictaron 41.073 condenas por maltrato machista, un 75,6 % del total de las sentencias. Cada cuatro horas se presentó una denuncia por violación. Fueron 2.143 por agresión con penetración y 1.652 de abuso con penetración. El año pasado, los cuerpos policiales tuvieron conocimiento de 17.016 delitos contra la indemnidad y la libertad sexuales. El 4,4 % de los abusos y agresiones fueron perpetrados por dos o más autores (573).
El pasado año, fueron detenidos e investigados 10.442 agresores sexuales, 872 de ellos menores de 18 años. Interior indica que el 49 % de las víctimas de delitos sexuales son menores de edad. Según la Macroencuesta de Violencia sobre la Mujer, el 40 % de las mujeres mayores de 16 años que residen en España han sufrido acoso sexual en algún momento de su vida, lo que equivaldría a más de 8 millones. Además, el 17,3 % ha sido víctima de acoso sexual en el entorno laboral, casi 1,5 millones.
Esta es la radiografía de una realidad estremecedora que si afectara a cualquier otro colectivo sería el principal problema social. Lamentablemente no lo percibimos como tal, incluso se pone en cuestión por alguna fuerza política, cuyo repugnante ideario está calando con fuerza entre los más jóvenes, muchos de los cuales, incluso niegan a existencia de esta tragedia nacional.
El Ministerio de Igualdad convocaba ayer miércoles al comité de crisis para analizar el repunte de asesinatos machistas ocurridos durante este fatídico mes de diciembre, para analizar la mejor forma de dar una respuesta a esta espiral de violencia. Tras la reunión, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, calificaba la situación de «extrema gravedad» y hacía un llamamiento a instituciones y a la sociedad para que estén «alerta».
El negacionismo que se pretende imponer desde alguna cloaca política, no podrá ocultar jamás que nuestra sociedad se enfrenta a una dramática realidad, frente a la que no podemos, ni debemos resignarnos, como si se tratara de algo inevitable, porque los hechos demuestran la absoluta necesidad de rearmarnos contra una realidad que amenaza, la vida de la mitad de nuestra sociedad, ya que cada vez más se cargan las culpas sobre las víctimas y detrás de esos razonamientos también hay una intención para invisibilizar la dimensión social y cultural de los feminicidios, circunscribiéndolos a la esfera de las relaciones privadas. No lo consintamos.