Juanma lo hace “por nuestro bien”

Es probable que ustedes hayan escuchado esa frase más de una vez en nuestra infancia, generalmente acompañada de alguna prohibición que nos costaba comprender. Solía significar que debíamos hacer algo que no nos gustaba, aunque no entendiéramos el motivo en ese momento, con la promesa de que más adelante lo íbamos a agradecer.
Sin embargo, cuando esa frase se repite en la vida adulta, no solo se convierte en un desagradable “déjà vu” sino que suele ser el preludio de relaciones tóxicas, a las que debemos poner coto cuando antes.

En las relaciones adultas, la frase “es por tu bien” a menudo se convierte en una excusa para justificar comportamientos que realmente no son aceptables. Es una razón benevolente para justificar lo injustificable.

Nuestro bienamado y nunca bien ponderado presidente de la Junta de Andalucía, lleva un tiempo, que a Granada se le está haciendo eterno, haciendo las cosas “por nuestro bien”. Aunque nosotros no lo comprendamos, es “por nuestro bien”, por lo que Bonilla se ha cepillado la Escuela Andaluza de Salud Pública, el espacio escénico, o el Centro de Enfermedades de Transmisión Sexual; “es por nuestro bien” por lo que Juan Manuel se ha llevado la gestión de Sierra Nevada y la Alhambra a Sevilla, casi liquida el Parque de las Ciencias y destina a nuestra magnífica orquesta la tercera parte de lo que su Gobierno entrega a la orquesta de Sevilla y la mitad de lo que se lleva la de Málaga; y sin duda que “es por nuestro bien” que su consejería de Educación negara a la Universidad de Granada, de largo la mejor valorada internacionalmente de Andalucía, el grado de Inteligencia Artificial, o el de Ingeniería Electrónica.

Juan Manuel está convenido de que “es por nuestro bien” tener la sanidad andaluza hecha unos zorros, con sus altos cargos entrando y saliendo de las compañías privadas, a las que riegan con millones de euros públicos; igualmente “es por nuestro bien” que Andalucía devuelva 119 millones de fondos europeos para guarderías públicas, para proteger así la red de centros privados, porque nuestro prócer esta seguro de que no hacen falta nuevas plazas públicas de 0 a 3 años, sino subvencionar el precio en las privadas ya existentes, por lo que retrasa al curso 2025/26 su compromiso de gratuidad, para poder afrontarlo con presupuesto propio; y seguro que “es por nuestro bien”, el florecimiento de universidades privadas andaluzas en detrimento de las públicas.

Los “malvados” rectores de las universidades públicas andaluzas no parecen compartir el “altruismo” de Bonilla y han lamentado este miércoles la «desigualdad de trato» de la Junta de Andalucía a la hora de aprobar los nuevos títulos a las privadas (Loyola, Fernando III y Utamed), llamando la atención sobre el hecho de que esos nuevos títulos «son duplicidades de los que ya existen y están consolidados en las universidades públicas».

«A nuestro juicio, aseguran los rectores, el escenario actual, donde se está alimentando la competencia desigual entre dos modelos contrapuestos, sólo perjudica en última instancia al desarrollo económico y social de Andalucía”.

Las universidades públicas andaluzas han expresado su «preocupación» por la autorización de 64 títulos nuevos a las privadas, «a las que no se les ha aplicado el mismo criterio que a las públicas, como en lo relativo al equilibrio territorial y la no reiteración en la oferta de enseñanzas que marca el Decreto 154/2023».

Por eso, desde la Asociación de Universidades Públicas Andaluzas (AUPA), se ha reiterado la «apuesta por caminar hacia una estrategia universitaria andaluza única y global que incorpore todas las necesidades presentes y futuras de la sociedad y el tejido productivo y actualice la oferta académica pública y privada atendiendo al interés general»… ¡Pero que sabrán ellos de educación superior, comparados con Juan Manuel, a quien no se le conoce ninguna licenciatura o grado dignos de tal nombre!.