El final del verano
Ya se va acabando el verano, o al menos así debería de ser, aunque no lo parezca. A mí, como buena señorita victoriana el verano me gusta porque la ropa se seca en diez minutos, no hay que usar secador y no hay que ir tirando de los abrigos, las bufandas, los guantes, los gorritos esos con luces u orejas que se pusieron de moda el año pasado… . Pero, claro, es que en verano no hay cole: tres meses nada más y nada menos; tres meses en los que las familias normales o dejan de trabajar o se dejan lo que ganen en coles de verano, campamentos, ludotecas, niñeras, abuelas, etc. Porque de comer no nos podemos quitar, es una costumbre muy fea que tenemos la de comer todos los días, en fin. Esto a las señoritas victorianas no les pasaba. Yo, cuando empiece el cole voy a darle dos besos a la seño, desearle la mejor de las suertes, comprarme una botella de champagne y celebrar que por fin voy a poder ir al baño sin escuchar de repente eso de: ¡Mamaaaaaaaaá, agua! ¡Mamaaaaaá, me aburro! ¡Mamaaaaaaaaá, tengo hambre! Eso sí que va a ser felicidad, sí señor, y bueno, que me desvío; este mes me he leído un librito victoriano preciosísisisisimo que se llama: Tess de los D´Urberville de Thomas Hardy.
Para el mes que viene me he escogido ya La Dama de las Camelias, a ver si tengo más suerte, porque llevo una rachita de libros que pa qué. Este va de un tema muy actual, que la novela tiene trescientos años pero que oye que esto sigue pasando ahora; va de una chica de la que abusan sexualmente, un señor que tiene dinero y se cree muy guay, y la dejan embarazada. Cuando da a luz el bebé muere sin bautizar porque… ¿cómo va un cura a bautizar a un niño que nace sin padre? Que padre tiene, porque para reproducirse se necesitan dos, pero que la culpa de todo es de ella porque lo iba pidiendo con la falda por los tobillos, el cuello de la camisa tapándole la papada, los cien refajos que llevaba por debajo… bueno, que el bebé fallece y como siempre en estos casos pues la cosa va de mal en peor, ella tiene que pagar, nadie se quiere acercar a ella… y todo un infierno de tragedias y de cabreos que te coges leyendo esta mierda. Así que os resumo, no os lo leáis. ¿Para qué?
El que si os voy a recomendar que me parece una visión preciosa de los mitos y personajes clásicos de Grecia pero vistos desde la perspectiva de la mujer que los vive y no del hombre que los cuenta es: Atalanta de Jennifer Saint. Y tiene más novelitas, que también tiene Ariadnda y Electra . Yo os los recomiendo todos, porque que distinto sería Tess de los D´Urberville si en vez de escribirlo Thomas Hardy lo hubiera escrito la pobre deTess.
Pd: recordad, quedan veintidós días paras que empiece el cole, vosotros podéis.
Pd2: si abusan de alguien, sea el tipo de abuso que sea, la culpa nunca, nunca y nunca es del abusado.
Pd3: he estado en Francia de vacaciones y se leen los mismos libros que yo, pobrecillos. Los de RBA estarán contentos, seguro que ha sido gracias a mí y mis recomendaciones que ya van llegando por toda Europa XD. Señores de RBA que acepto Bizum y jamones.