¡A las armas!
Imposible abstraerse de los medios de comunicación, de la realidad prêt-à-porter que fabrican y compra la ciudadanía que va corta de presupuesto para adquirir realidades a la medida. Varias noticias han irrumpido entre olas de calor, olas de populismo conservador, olas de muerte en el Mediterráneo y olas de encarecimiento del ocio vacacional. Noticias de alguna forma relacionadas con el antiguo, humano y lucrativo negocio de la muerte. Noticias que han abierto brechas diferentes en distintas realidades.
Con guión de serie B (el pistolero se rebela contra el malísimo) parece que Putin va a ser derrotado, pero quizás John Wayne exija su cabeza para advertir a su próximo objetivo: China. El atlas de cartografía bélica muestra que la ruta del negocio mayorista de las armas se acerca a Europa. En el apéndice «Rentabilidad» del referido atlas figura el viejo continente como escenario más rentable de la historia, tanto por la venta de utensilios para destruir como por el beneficio asociado a la reconstrucción. Están en ello.
Preocupa el ardor bélico de los medios, a menudo en formato teletienda, para describir las virtudes de un tanque, un misil o un dron armado. Los noticiarios se recrean describiendo el terror de la guerra y el goteo incesante de civiles muertos y heridos a manos del bando malo, como si fuera novedad. Se estima un gasto militar en 2019 de 1,9 billones de dólares, con cargo al presupuesto público de los estados, para lo que es imprescindible mantener los conflictos bélicos y crear nuevos. Cuantos más, mejor.
La extrema derecha (parte del PP y Vox) se ocupa y preocupa por el comercio minorista de armas. La Junta de Andalucía anuncia su intención de ofrecer tierras públicas para que los jóvenes aprendan a cazar. No las cede para que jóvenes en paro las cultiven, sino para que aprendan los rudimentos de las armas: carguen, apunten, ¡fuego! Lo único importante es que la juventud aprenda a disparar, hoy a animales, mañana… ya se verá. La juventud debe aprender a matar y para eso entra la caza en la escuela.
En 2021, España contaba con 126.730 armas cortas y 2.166.306 escopetas autorizadas en manos de particulares. En caso de guerra, todas las armas sirven para matar personas y en periodo de paz también, como cuentan los sucesos en las noticias. Igual que en EE.UU., país que más entiende de asesinatos en el mundo, pronto habrá una sección de “Armas” entre las de “Bricolaje” y “Deporte” en las grandes superficies y los supermercados. También serán cotidianos los tiroteos masivos en colegios y otros lugares públicos..
En una residencia de estudiantes de Málaga han convocado una cacería de enfermos para combatir la «epidemia homosexual». Días después, la policía local de Murcia actúa en un concierto del Orgullo LGTBI contra una artista ¡¡por mostrar las tetas!! al grito de “Eso es lo que habéis votado”. El Colegio de Abogados de Granada prestará su sede para presentar un libro negacionista de la violencia de género. Vox y Ayuso, al señalar a homosexuales y mujeres, hacen temer agresiones, algunas de muerte, a estos colectivos.
La ideología que rinde culto a las violencias está en auge en todo el mundo y el apoyo electoral que recibe es tan mayoritario como peligroso. Las tradicionales armas para combatirla, la Cultura y la Educación, han sucumbido ante el imparable ascenso del consumo y otras religiones. Es el caldo de cultivo donde se está cociendo el rearme del fascismo en el mundo, incluyendo a EE.UU., Italia, España, Polonia, Hungría, Alemania… Y en Granada el Colegio de abogados presenta un libro misógino.
