Acogen a los refugiados llegados de Afganistán en pisos tutelados y centros con otros inmigrantes
Pisos tutelados y centros de acogida en que conviven junto a otros refugiados son los lugares donde están comenzando a vivir el grupo de 35 refugiados, entre ellos nueve menores, llegados a la provincia de Granada procedentes de Afganistán, en el marco de los programas que gestionan organizaciones no gubernamentales.
Fuentes consultadas por Europa Press en las ONG que se hacen cargo de la acogida de los refugiados han detallado que algunos de ellos están en pisos de Granada capital, dentro de un programa de protección internacional en el marco del que una de las organizaciones recibía a los primeros en la madrugada del viernes, 27 de agosto, mientras que el resto se trasladaba a centros de la provincia gestionados por otra entidad humanitaria.
En el dispositivo en que han dado cobertura a estas personas, ha sido necesario buscar, entre otras cuestiones prioritarias, intérpretes que hablen lenguas como el pastún, al objeto de mantener entrevistas en profundidad para conocer las necesidades de estas personas que no contaban con tener que salir de su país de origen «abruptamente» tras la retirada de las tropas de Estados Unidos de Afganistán.
El procedimiento general para las personas que solicitan asilo en España parte de la base de que, independientemente de la ciudad o el territorio donde lo pidan, pueden ser distribuidas por el Gobierno por las distintas provincias, han agregado estas fuentes.
Una vez en el destino, son organizaciones no gubernamentales especializadas en el trabajo con refugiados, como son estas dos que operan en Granada, las que están colaborando para su recepción y ubicación, también en centros de la provincia, siempre con fácil acceso a recursos sanitarios y educativos, en el marco de un programa de acogida humanitaria, y en los que no están aislados de otros de otras nacionalidades.
Según informó el pasado viernes, 27 de agosto, el Gobierno, el dispositivo de la operación Antígona-Afganistán del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se rige conforme a un sistema de acogida de protección internacional.
En su primera fase, se procura la derivación de la persona refugiada a una plaza de acogida. Puede tratarse de un piso o de un centro de acogida, donde «permanecen seis meses, ampliables a nueve si las necesidades de los solicitantes lo requieren».
Son recursos gestionados por entidades como las granadinas, pero «financiados íntegramente por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones», es decir, con la participación en exclusiva de recursos estatales, ha detallado el Gobierno.
La segunda fase es de preparación para la autonomía, proporcionándole el soporte profesional necesario para vivir independientemente en la comunidad de acogida, en la que accede «a un piso o apartamento de libre mercado en la misma localidad en la que residía en la primera fase, para no romper el proceso de inclusión».
Los refugiados pasan a esta fase una vez han visto concedida su solicitud de asilo. Tendrán «domicilio propio, que podrán alquilar con las ayudas económicas concedidas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones».
La permanencia en el sistema de acogida de protección internacional es de 18 meses, que se prorroga a 24 meses en caso de vulnerabilidad de las personas, y siempre analizando los casos individualmente para asegurar al máximo su inclusión en la sociedad de acogida.