Advierten del agujero en el personal de los centros culturales de la Junta
- La falta de vigilantes en algunos de ellos supone un riesgo para la integridad de sus exposiciones
Granada quiere ser Capital Cultural Europea en 2031, pero para ello debe dar aún muchos pasos. Desgraciadamente, todavía no se ha dado uno tan básico como es el hecho de proteger sus propios centros culturales, o al menos así sucede en aquellos que gestiona la Junta de Andalucía, donde la falta de personal afecta gravemente al desempeño de su actividad.
Desde Comisiones Obreras han realizado un seguimiento a las plazas desdotadas de estos centros culturales. Esto supone aquellos puestos que han quedado vacantes o las bajas de personal contratado que, independientemente de su duración, no han sido cubiertas con la incorporación de refuerzos, ya sean permanentes o temporales.
Según los datos del sindicato, en los conjuntos arqueológicos la vigilancia brilla por su ausencia. De las siete plazas de vigilantes disponibles, solo dos se encuentran cubiertas actualmente. Dos casos resultan especialmente sangrantes, concretamente los del Castillón Alto de Galera y el Cerro de la Virgen de Orce, con una y dos plazas de vigilante sin cubrir, respectivamente. Esto supone que ninguno de los dos conjuntos arqueológicos cuenten con vigilancia, quedando a merced de posibles expolios. Algo parecido pasa en el Cerro de la Encina de Monachil (solo una de las dos plazas cubiertas), así como en Montefrío, también con una vacante.
Tampoco se libran de esta situación las bibliotecas. En la de Andalucía hay ocho plazas de auxiliar de instituciones culturales, si bien dos de ellas se encuentran sin cubrir por baja de los respectivos trabajadores. Más grave es la situación en la Biblioteca Provincia, con solo dos de las cuatro vacantes de jefe de sala cubiertas y una de las 12 plazas de auxiliar de instituciones culturales en situación de baja sin cubrir.
Se repite la situación en los archivos. El Archivo Histórico Provincial tiene una de las cinco ordenanzas de baja sin cubrir, mientras que el Centro de Documentación Musical deja dos puestos de auxiliar de instituciones culturales desdotados, así como otras dos ordenanzas vacantes a las que se suma una baja sin cubrir. En este último caso, las dos plazas de auxiliares son del turno de tarde, creando problemas a profesores, estudiantes e investigadores que no pueden acudir al centro por la mañana.
Cierran la lista los museos. En el Arqueológico hay una de las dos expendedoras de baja sin cubrir, igual que ocurre con otro de los seis vigilantes disponibles, a lo que se suma la plaza de conserje desdotada, al igual que una de las tres ordenanzas. En este centro se ha contratado una empresa de seguridad privada para suplir al personal propio, denuncia el sindicato, que ya ha acudido ante la Inspección de Trabajo alegando usurpación de funciones.
Completan la lista el Museo de Bellas Artes, con dos vigilantes de baja y un conserje de los dos disponibles, y la Casa de los Tiros. En este último, hay solo seis de las diez plazas de vigilante cubiertas, pero con dos bajas sin cubrir quedan solo tres trabajadores disponibles. Así, solo hay cubierto un 60% de la plantilla de vigilantes, que se reduce por las bajas al 40%. De las tres ordenanzas, una está desdotada, mientras que otra está de baja.
