Casi 20 días, 80 medidas y una moción de censura
- Los contratiempos marcan los primeros días del mandato de Luis Salvador, que podría acabar teniendo que ceder su puesto a Cuenca
Una historia rocambolesca desde el principio, y quién sabe si hasta el fin. Así están siendo los primeros días del nuevo alcalde de Granada, investido con solo cuatro concejales por orden directa de Madrid, evidenciando la nula importancia del voto de los ciudadanos, que ahora tienen que ver cómo el nombre del regidor de su consistorio es poco más que una moneda de cambio para otras ciudades que un grupo de ‘elegidos’ han considerado más importantes.
Menos hiriente sería si al menos la historia se hubiese quedado ahí, pero los conflictos internos con el PP motivados por un acuerdo que cada parte quiso interpretar de una manera, se encargaron de echar más leña al fuego. El vacío por sistema a Vox tras contar con ellos en la sesión de investidura hizo sonar las primeras alarmas de una moción de censura que a día de hoy siguen sin tomarse en serio.
Pasaron los días entre cuestiones que podrían considerarse como desagravios para la ciudadanía, como marcar unos plazos para cuestiones importantes que no se han cumplido, valga como ejemplo ese pleno de organización que se iba a celebrar el lunes o martes y que en la tarde de ayer ya se remitió a «esta semana si se puede y, si no, la siguiente». El caso es que, entre unas cosas y otras, hoy llega el décimo octavo día de Luis Salvador como alcalde con los únicos ‘logros’ de haber conformado su equipo de concejales -que tuvo que modificar por su cuenta- y de haberse presentado ayer un documento de 80 medidas de forma conjunta con los populares.
Sin túnel, pero con teleférico
Si bien es cierto que al menos el documento dota al Ayuntamiento de unas bases que seguir, la realidad es que prácticamente todos los disparates de ambas formaciones se mantienen. Al menos no habrá túnel, pero los populares no han hecho ninguna concesión más con respecto a las grandes chifladuras de la ‘Gran Granada’ que exhibía Sebastián Pérez.
Se mantiene, por ejemplo, el teleférico. A esta iniciativa se sumarían otras como la del espectáculo de luz y sonido en la ladera de la Alhambra o los accesos mecánicos al monumento y al Albaicín. El PP controla el área de urbanismo y lo ha hecho valer al máximo para ceder solo en una ocasión.
De entre las propuestas de Ciudadanos destaca el tranvía que sube hasta la Alhambra, un proyecto que en numerosas ocasiones ha sido objetivo de los partidos políticos, pero descartado siempre por su baja -decir nula estaría feo- viabilidad. Cuestiones, tanto esta como las de la formación azul, que quizás no sean las más adecuadas para un Ayuntamiento endeudado.
«¿Moción de censura? No se puede estar todo el día jugando con la ciudad»
«Se pone sobre la mesa cualquier escenario que sea positivo para los granadinos, y cuando digo cualquiera es cualquiera». Con esas palabras de Onofre Miralles, portavoz de Vox, se abría la puerta ayer a una moción de censura, una posibilidad de la que ya habían advertido con anterioridad tanto él como Macarena Olona, diputada nacional del partido y que el equipo de gobierno parece no haberse tomado muy en serio.
La respuesta no se hizo esperar y llegó por parte de Manuel Olivares: «o se puede estar todo el día jugando con la ciudad, que si ahora presento una moción de censura y que si ahora no la presento, ¿es que Paco Cuenca le va a dar sillones? Me sorprendería que en el discurso de regeneración apoyase a un candidato imputado por tres delitos penales, hay que ser consecuente con lo que se dice». «Lanzar este tipo de idea les resta credibilidad», añadió el edil de Ciudadanos, «no veo a Vox firmando con Podemos y PSOE, esto es muy serio como para estar con eso».
«Lamento que Vox haya decidido pasar a la oposición, aquí hay un espacio notable de confluencia para desarrollar un proyecto ambicioso para Granada en el que tienen perfecta acogida», expresó el portavoz del PP, César Díaz, que ha asegurado que en caso de que la formación de extrema derecha se abstenga en el pleno de organización, «se mantendría la anterior estructura, ocho coordinadores y nueve directores generales». «No se aprueban las tenencias, se aprueba la composición de los niveles esenciales dentro del Ayuntamiento», recordó Díaz para rematar apuntando que «están asesorando mal a Onofre, le pediría que cualquier duda que tenga la hablemos».