CCOO se moviliza en defensa de la UGR y pide la retirada del modelo de financiación de las universidades andaluzas

CCOO mantiene la concentración en defensa de la Universidad de Granada, pese al acuerdo de última hora entre la Junta de Andalucía y los Rectores y Rectoras, porque no soluciona los problemas de fondo de la financiación de las universidades públicas. Pese al aumento de la financiación de la UGR en 26 millones de euros, CCOO considera necesario hacer llegar a la ciudadanía de Granada la preocupación por la financiación futura y por el propio futuro de la Universidad de Granada, así como del resto de las universidades públicas de Andalucía, indica el sindicato en un comunicado.

«La premura de la Junta en sentarse a negociar demuestra que las movilizaciones son necesarias y útiles. Pero los cambios introducidos no son suficientes, pues el Acuerdo alcanzado entre la Junta y las Rectoras y los Rectores sólo garantiza la financiación para el año 2022, pero siguen manteniéndose las mismas dudas que teníamos antes de este Acuerdo respecto de la financiación en los próximos años».

Por ello, desde CCOO seguimos consideran que no es una contradicción quejarse cuando la Universidad de Granada va a recibir 26 millones, pues hay razones para mantener la alerta. En los últimos 3 años, el actual Gobierno andaluz ha reducido la financiación de las universidades públicas en 300 millones, ello nos hace pensar que el incremento de este año sólo está motivado por la inminente convocatoria de elecciones autonómicas.

CCOO manifiesta su preocupación por lo que pasará a partir del año que viene, cuando tengamos nuevo gobierno andaluz. Sin los “regalos” electorales en 2022 la aplicación del Modelo de Financiación vigente habría supuesto pérdida de financiación para cuatro universidades andaluzas de las nueve existentes. La Universidad de Jaén, por ejemplo, perdía el 8,22%. Y mientras siga en vigor el Modelo de Financiación que aprobó la Junta de Andalucía para el quinquenio 2022-2026 todas las universidades corren el riesgo de perder financiación de un año para otro, pues los criterios que la determinan pueden ser cambiados libremente por el gobierno andaluz.

CCOO advierte de las graves consecuencias que tendría la reducción de financiación para la Universidad de Granada, que tiene cerca de 2.000 personas con contrato temporal, entre profesorado, personal investigador y personal de administración y servicios. Si en 2023 la universidad no tuviese dinero suficiente para pagar las nóminas es indudable que sus puestos de trabajo peligrarían: se harían grupos de clase más grandes, se darían menos prácticas, se prescindiría de los comedores, todo para poder reducir personal. Estamos hablando de despidos y no es ciencia ficción, está ocurriendo ya en otras universidades andaluzas, como la Universidad de Huelva o la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, en las que están previstos 100 y 200 despidos respectivamente.

Pero no sería esta la única consecuencia, pues cualquier reducción del presupuesto de la Universidad de Granada tendría repercusión en la economía de la ciudad y de la provincia. Según los estudios existentes, cada euro invertido en la Universidad de Granada repercute en 6 o 7 euros en el PIB de la provincia. En la UGR un descenso como el que en principio estaba previsto para la Universidad de Jaén supondría recibir 27 millones de euros menos, con una repercusión sobre el PIB de la provincia de entre 160 y 190 millones de euros. Y eso sólo en un año, pero podría repetirse.

Cree el sindicato que hay muchos motivos de preocupación si en lugar de quedarnos con el dato de este año electoral recordamos que la Junta de Andalucía lleva 3 años reduciendo la financiación de las universidades públicas de Andalucía.

Por ello, CCOO pide la retirada del Modelo de Financiación de las Universidades Públicas de Andalucía 2022-2026 y empezar desde cero.

Para la Universidad de Granada CCOO pide garantizar la sostenibilidad de lo que ya existe, así como el incremento y mejora de las capacidades docente e investigadora, tan necesarias para el cambio de modelo productivo que Granada necesita.