CGT exige ropa de invierno y adecuada para todo el personal de la Alhambra
- El sindicato denuncia la falta de la indumentaria necesaria para estas fechas, que ponen en riesgo la salud del personal que trabaja al aire libre en el monumento
El sindicato CGT ha denunciado a través de una nota de prensa que el «Patronato de la Alhambra y Generalife, uno de los monumentos con mayor número de visitantes y Patrimonio de la Humanidad, lleva dos años sin dotar a sus trabajadores de ropa.
Después de las reuniones mantenidas por la parte sindical con la Dirección que ostenta Rocío Díaz, el único compromiso al que llegó el Patronato fue “vestir” a 70 personas, de las más de 250 trabajadores a los que les correspondería».
La organización sindical ha recordado que esta dirección lleva cerca de un año en el puesto y que pese a haber realizado una gran labor mediática en la Alhambra, «no parece importarle dejar a la gran mayoría de sus trabajadores otro invierno más sin ropa».
Así mismo, el sindicato denuncia la arbitrariedad con la que se procede al reparto de ropa, calificado de » el pobre», asemejándose más a unos “Juegos de la Alhambra o del Hambre”. El sindicato requiere al Patronato para que informe de los criterios utilizados para que «algunos trabajadores tengan ropa y otros no».
Para la CGT, la vestimenta debe repartirse a todo el personal, y que se den las condiciones adecuadas para desempeñar un trabajo en un monumento referencia internacional.
El sindicato también ha denunciado ante la Inspección de Trabajo la insólita situación que se vivió el día 2 de enero, coincidiendo con la Toma y una gran afluencia de turistas en el monumento. Dada la falta de previsión de la Dirección y el incumplimiento de la normativa en vigor, se sustituyó al personal público encargado del control e información por personal de una empresa privada de seguridad, con otras funciones dentro del monumento. CGT ha denunciado esta situación por lo que supone de mala gestión en el personal público, pero también porque con estos parches se pone en peligro la seguridad de los visitantes, que se encontraron ese día con personal “improvisado” y no cualificado para la función del control de accesos del monumento.